“Se dan todas las condiciones para que tengamos un debate tranquilo”, dijo el presidente de la sesión, Marc Le Fur (del partido conservador Los Republicanos), ante una sala llena, tras los encendidos cruces verbales de la noche anterior entre oficialistas y opositores.
La Asamblea Nacional (Cámara de Diputados) debate la instauración de un pasaporte de vacunación completa para asistir a eventos, restaurantes o para viajar en trenes interurbanos, en lugar del actual pase, que incluye la posibilidad de presentar un test PCR negativo o en haber superado recientemente la enfermedad.
Pero cuando el gobierno pidió a los diputados continuar debatiendo el proyecto más allá de medianoche, para asegurarse de que la ley podría aprobarse esta semana, el partido Los Republicanos (LR, conservador), junto con la extrema derecha y la izquierda radical decidieron suspender el debate.
La decisión colocó al partido de Macron, La República en Marcha (LREM), en una posición delicada: como no tenía a todos sus diputados en el hemiciclo durante la votación, pese a ser mayoría en el Parlamento, la iniciativa de la oposición salió adelante y el debate se suspendió.
Los medios franceses apuntaron que la decisión sorpresa de LR, que ha respaldado el grueso de la legislación, es un indicio de la creciente tensión política en Francia de cara a las elecciones presidenciales del próximo abril, para las que Macron se perfila como favorito.
El vocero del gobierno, Gabriel Attal, apuntó que, con esa maniobra, la oposición quería “arruinar el calendario” de implementación del pasaporte de vacunación por razones puramente políticas.
“Haremos todo lo posible para ceñirnos al calendario fijado”, declaró a la radio France Inter. El gobierno quiere que la ley esté aprobada para el 15 de enero.
El suceso puso en evidencia las flaquezas de LREM, un partido que no ha logrado construir una base sólida desde el ascenso meteórico de Macron a la presidencia en 2017.
Fuente Ambito