ACAIP-UGT ha denunciado el primer incidente «muy grave» que se produce este año en el Centro Penitenciario valenciano de Picassent. Un funcionario ha sido agredido por un interno conflictivo de la Unidad de Preventivos, que aloja a unos 25 presos con esta consideración, «manifiestamente inadaptados a una convivencia normal, y que han protagonizado numerosos incidentes durante su estancia en prisión». Según relata el sindicato en un comunicado, este miércoles al mediodía, coincidiendo con la hora de la comida, el presunto agresor golpeó «súbitamente» a uno de los funcionarios de servicio, «propinándole golpes y patadas» y tirándolo al suelo, donde continuó agrediéndole. El resto de funcionarios consiguieron reducir al interno y aislarlo. Posteriormente fue trasladado a otro módulo de la Unidad de Cumplimiento. Como consecuencia de estos hechos, el trabajador presenta contusiones en la espalda, un labio y una rodilla, y, tras recibir una primera atención médica en el centro, está pendiente de ver la evolución de las lesiones, informan. No obstante, destacan que «las secuelas psicológicas de este tipo de agresiones pueden tener una mayor duración que las físicas». Este interno de 25 años ingresó en el centro el pasado mes de agosto. Desde entonces ha pasado por tres módulos, «cada vez de peor perfil por su comportamiento», y ya había protagonizado «dos incidentes de resistencia pasiva», añade el escrito difundido a los medios, por lo que se ha solicitado que se le clasifique en Primer Grado -el más restrictivo- y se le traslade a otro centro. Picassent, lamentan, tiene «graves carencias en materia de personal, con un déficit de plantilla de más de un 15%». En ese sentido, ACAIP-UGT sigue poniendo el foco en que la Administración «no forma adecuadamente a sus trabajadores, y estos suplen su falta de preparación con profesionalidad y buena voluntad». «En el mejor de los casos, solamente 25 funcionarios cada año pueden hacer un curso específico en materia de defensa personal, pero deben hacerlo en sus días libres y además correr con todos los gastos, incluida la gasolina de los desplazamientos al centro», señalan. «Tampoco disponen de medios materiales y jurídicos para llevar a cabo su labor. La modificación legislativa para ser reconocidos como agentes de la autoridad lleva atascada años en el parlamento. Cada 36 horas se produce un episodio violento hacia los trabajadores de Instituciones Penitenciarias en alguna prisión española», subrayan.
Fuente ABC