Por Bea Tellez-Especial Total News-TNA-
“Para el Emérito, la reina Letizia se ha convertido en su bestia negra porque piensa que está detrás de una campaña en su contra y de que el rey Felipe lo repudie”, según la periodista Pilar Eyre.
El rey Juan Carlos no pudo celebrar su 84 cumpleaños como hubiera deseado, en España, uno de sus más ansiados anhelos, rodeado de su familia y amigos. Tampoco recibió al final la visita de sus hijas las infantas Elena y Cristina como ocurrió el año pasado. Las hermanas del rey Felipe VI cancelaron a última hora el viaje a Emiratos Árabes que habían planificado desde semanas antes.
El monarca tuvo que ‘conformarse’ con celebrar su aniversario en Abu Dhabi con sus más íntimos amigos. En la comida con ellos, habló del difícil momento que está atravesando. “Es muy duro tener que estar en silencio”, les dijo según han señalado fuentes de su entorno y ha publicado ‘Okdiario’.
“Estoy haciendo un sacrificio al estar callado. Lo hago por lealtad y patriotismo, pero esto es un tormento”, manifestó mostrando su tristeza y su pesar por llevar ya casi un año y medio exiliado en para después añadir: “Sólo hago lo que me pide Casa Real y el Gobierno”.
El rey Juan Carlos culpa a la reina Letizia de lo que le está pasando
Desde que está en Abu Dhabi, donde llegó en agosto de 2020, hay una persona que está en su cabeza como ‘cabecilla’ de la campaña que considera que hay contra él y no es otra que la reina Letizia, según publica Pilar Eyre en su blog de ‘Lecturas’.
“Para el emérito, la reina Letizia se ha convertido en su némesis, su bestia negra, porque piensa que está detrás de lo que él considera una campaña en su contra”, ha escrito la periodista.
Pero el rey Juan Carlos I no solo estaría culpando a Letizia Ortiz de esto sino también del distanciamiento que existe desde hace tiempo con su hijo el rey Felipe. “Cree que ha instigado a su hijo para que lo repudie”, ha señalado la escritora del libro ‘Yo, el Rey’ (2020).
Daba la situación que existe entre suegro y nuera se hace “difícil imaginarla felicitando [por su cumpleaños] a quien tan poco la aprecia”. Mientas la reina Sofía, “aun sufriendo humillaciones sin cuento, se puede intuir que sí le enviará un mensaje”.
Según Eyre, quien tiene “el papel más difícil es el del hijo” y continúa explicando cómo es, según ella, la relación actual que existe entre ellos: “Quiere a su padre, pero al mismo tiempo es consciente de que hay que mantenerlo lo más alejado posible por el bien de la institución, y una conversación con él tan solo puede desembocar en cruces de reproches y exigencias”.
La periodista cree que no hay comunicación entre el rey Felipe y Juan Carlos. “Aunque muchos pensamos que padre e hijo no se hablan, Debray, en su biografía sobre Juan Carlos, afirma que sí lo hacen y que Felipe lo llamó el año pasado para felicitarlo… ¿Sabremos algún día la verdad?”, acaba diciendo en su blog.
La relación entre padre e hijo se deterioró con todos los escándalos que salpicaron al Emérito, pureba de ello fue cuando el actual monarca renunció a la herencia de su padre y en marzo de 2020, le retiró la asignación que recibía del Estado.
El Rey no le perdona el grave daño que le está causando a una institución por la que tanto están trabajando él y su esposa Letizia.
La mala relación del rey Juan Carlos y Letizia
En cuanto a la relación del rey Juan Carlos y Letizia estos están inmersos en una batalla personal desde que la periodista y presentadora del Telediario puso un pie en Zarzuela en el año 2003. El monarca no dio su visto bueno a la novia del entonces Príncipe de Asturias ya que se trataba de una mujer divorciada y nieta de un taxista.
Tampoco dio su aprobación para que se casaran. Cuentan que cuando Felipe le comunicó su intención de casarse, su padre le dijo: “Te vas a cargar la Monarquía si te casas con ella”. Unas palabras que pronunció cuando ya había comenzado su relación con la princesa Corinna. Quién iba a decir que años después, él sería el que se cargaría la institución de un plumazo.
Sin embargo, Felipe de Borbón insistió que que seguiría adelante con ello y no le iba a pasar lo mismo que ocurrió con su exnovia, la modelo noruega Eva Sannum.
Letizia “fue tildada de fría, altiva y calculadora por su suegro y sus cuñadas. Pero para ella fue un verdadero shock cuando entró a vivir en Zarzuela en noviembre de 2003 -por motivos de seguridad- y se topó con una realidad de la que los españoles nos estamos enterando en dosis pequeñas. De familia real nada, sino una familia completamente desestructurada con una aparición nueva en un año: Corinna” señaló una persona muy cercana a Letizia a ‘El Español’ en agosto de 2020.
Lo cierto es que a pesar de que casi todos le complicaron la existencia en Zarzuela a Letizia al llegar, al final el castillo de naipes se ha ido cayendo a su alrededor, dejándola a ella intacta. Seguramente la Reina creerá en aquello de “el tiempo lo pone a cada uno en su lugar”.
En los últimos años se produjo el estallido del Caso Nóos, que llevó a sentar en el banquillo a la infanta Cristina y a Iñaki Urdangarin, quien también acabó cumpliendo una condena en prisión. También el rey Juan Carlos cayó desde que salió a la luz la cacería de elefantes en Botsuana en 2012 y desde entonces ha sido un no parar de polémicas que han girado a su alrededor hasta verse obligado a huir de España y no poder regresar por el momento.
Corinna, junto a los duques de Palma y el Rey en los premios Laureus de 2006.
En junio de 2019, Pilar también se refirió en otra de sus columnas, a que el rey emérito ya culpaba por aquel entonces a Letizia de su caída por dos grandes humillaciones.
La primera fue el despacho que le dieron al rey Juan Carlos. “Me cuentan que los desprecios y humillaciones vienen de muy atrás. Que cuando le facilitaron un despacho en el Palacio Real, en realidad se trataba de dos incómodas habitaciones de techos altos, con tan solo un pequeño calefactor, y que en su única visita había agarrado tal trancazo que no había vuelto nunca más”, comentó Eyre.
El segundo ‘feo’ que se le hizo al Emérito fue cancelar su asistencia a un acto a última hora. “Comentaba a sus amigos que debía ir a tal ceremonia y en el último momento se le avisaba de que su presencia no era necesaria. Que… que… hasta que usted dijo: “Pues se acabó”.
La periodista añadió: “Y también sé que culpa a Letizia, porque es el eslabón débil, pero quizás yerra el tiro”.
Eyre dejó caer que no tenía tan claro que Letizia sea la culpable de la decapitación del rey, ya hace tiempo señaló que quien estaba detrás era otra mujer de Zarzuela. ¿Quizás, la reina Sofía?