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El joven acusado de degollar a un maestro vigués las pasadas Navidades fue enviado a última hora de este viernes a prisión después de cerca de tres horas de declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la ciudad olívica. El abogado del acusado, detenido durante un control rutinario de tráfico, se negó a ofrecer detalles sobre la versión que su cliente expuso ante la juez, que determinó su encarcelamiento tres días después de su detención. Según la autopsia a la que fue sometido el cuerpo, localizado el pasado martes, la víctima fue degollada con un cuchillo de cocina, además de golpeada en la cabeza y en el pecho. También presentaba distintos cortes en otras partes del cuerpo, aunque la herida del cuello, de gran profundidad, resultó definitiva. Por el momento se desconoce la relación entre el maestro jubilado, de 69 años, y su presunto verdugo, de 21, que reconoció ante los agentes que ambos se conocían sin ahondar más en la explicación. Este nexo justifica que la puerta de la vivienda no hubiese sido forzada. El piso tampoco estaba revuelto cuando los agentes de la Policía Local de Vigo entraron en él después de recibir una llamada de alerta por parte de dos efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, que detuvieron al joven en un control de carretera. El chico viajaba junto a un amigo por la autopista de Santiago, a la altura del municipio coruñés de Silleda, cuando una patrulla les dio el alto. Al pedirle la documentación descubrieron que el hombre, a los mandos de un Audi, no tenía carnet de conducir, por lo que revisaron el vehículo y se encontraron en el interior del maletero con un gran número de compras que habían sido realizadas con la tarjeta de un vecino de Vigo, que supuestamente le había dado su contraseña. La situación les pareció extraña, por los desembolsos realizados, por lo que solicitaron a los municipales que se desplazasen hasta el domicilio del dueño de las tarjetas. Al no contestar al timbre contactaron con un familiar que les abrió la puerta y descubrió el cuerpo. El forense determinó que el crimen se había cometido alrededor del día 28 de diciembre, una semana antes de que se detuviese al presunto asesino, procedente de la localidad lucense de Monforte y con un historial de estafas en Internet por timos varios. El fallecido vivía solo desde la muerte de sus padres en un piso del barrio del Areal. En el momento de los hechos la mayoría de los alojados en su bloque estaban de vacaciones, por lo que nadie vio ni oyó nada que hiciera sospechar de lo que había ocurrido. Tampoco notaron su ausencia sus familares más próximos, que indicaron que era una persona con una vida tranquila e independiente. Muy querido en la ciudad por su labor docente, la víctima era conocida por su faceta política, que lo llevó a figurar en las listas del PSOE al Senado en 2003. Entre las múltiples incógnitas que quedan por despejar del momento de la muerte está la conexión entre el fallecido y su asesino: de qué se conocían, por qué se produjo el encuentro y si alguna persona más participó en los hechos o estuvo presente durante la visita. Por el momento, el joven lucense es el único acusado, pero las pesquisas policiales prosiguen y no se descartan nuevas detenciones. El entorno de la víctima fue contactado en las últimas horas para tomarles declaración y tratar de encajar las piezas del puzzle. En este punto será fundamental la labor de la Policía Científica, que revisó toda la vivienda en busca de huellas y restos de ADN, que ya están siendo analizados en el laboratorio. El único sospechoso está investigado, tras su paso ayer por los juzgados olívicos, por un delito de asesinato por el que se decretó prisión comunicada y sin fianza. La causa fue declarada secreta.
Fuente ABC
