La exgobernante respondió en forma manuscrita un cuestionario del diario Página Siete, que publicó la entrevista, en la que Áñez dijo haberse enterado que Arce “hace chistes” sobre su situación.
“Probablemente obedece a (Evo) Morales, que es un hombre resentido”, especuló la exlegisladora.
En prisión desde marzo, acusada de sedición, conspiración y de la represión de las protestas contra la salida de Evo Morales del poder en noviembre de 2019, Áñez insistió en que el exmandatario es “un hombre lleno de odio y resentimiento”.
Cuando se la consultó por su designación de hecho y la salida del poder de Morales, la exmandataria respondió: “Yo no evado responsabilidades; lo volvería a hacer. Yo cumplí con mi deber patriota, y tengo la conciencia tranquila. Enfrentamos la violencia y llamamos a nuevas elecciones”.
Para Áñez, Morales “no pudo llevar adelante el plan de irse, generar violencia, vacío de poder y volver como el salvador”.
En cuanto a su situación en prisión, afirmó que inicialmente tuvo una relación respetuosa con el personal policial, pero “a partir del cambio de directora del penal, las presas y algunas policías cambiaron”.
“Hay la instrucción de hostigamiento. Yo sé que hay la orden de matarme y día a día van avanzando”, denunció, y volvió a considerarse “secuestrada”.
Fuente Ambito