El fichaje de Boric para calmar los mercados: un nieto de catalanes huidos en la Guerra Civil

El nuevo ministro de Hacienda de Chile tiene raíces españolas. El presidente del país, Gabriel Boric, ha dado a conocer este viernes su Gobierno, que será el primer gabinete de la historia con más mujeres que hombres. Y para dirigir las finanzas y calmar a los mercados ha confiado en el economista Mario Marcel Cullell, de 62 años, cuyos abuelos huyeron de España para evitar los horrores de la Guerra Civil.

Muy ligado al Partido Socialista, aunque sin carné, Marcel ocupaba hasta ahora la presidencia del Banco Central de Chile. Pero sus orígenes familiares no fueron sencillos. Su abuelo materno, que trabajaba en el puerto de Barcelona, y su abuela llegaron al país en barco el 18 de septiembre de 1937. A bordo también iba una niña. “Mi madre era catalana. Ella y sus padres viajaron a Chile en la época de la guerra civil española, en medio de la gran convulsión política”, contó el propio Marcel en una entrevista para Diario Financiero.

Uno de sus cuatro hijos se llama Jordi, y el propio Marcel asegura en su perfil de LinkedIn tener conocimientos de catalán

El nuevo ministro fue el primer miembro de su familia materna, los Cullell, en tener un título universitario. Y sus orígenes catalanes todavía están presentes en algunos detalles de su biografía. Uno de sus cuatro hijos se llama Jordi, y el propio Marcel asegura en su perfil de la red profesional LinkedIn tener una “competencia básica limitada” en la lengua de Ramon Lull. Su madre, Nuria Cullell Camaros, falleció en 2017, según consta en la declaración de intereses y patrimonio que remitió el economista en calidad de autoridad pública. En la cuenta de Facebook de la progenitora, que continúa abierta, se la puede ver posando con una bandera independentista.

Un socialdemócrata frente a los ‘chicago boys’

El aún presidente del Banco Central de Chile estudió en la educación pública y, en línea con la profesión de su padre, comerciante, se matriculó en Ingeniería Comercial en 1976, tres años después de que el general Augusto Pinochet llegarse al poder. Enseguida entró en contacto con los economistas de la Corporación de Estudios para Latinoamérica (Cieplan), un ‘think-tank’ de centroizquierda cuyos postulados chocaban frontalmente con el neoliberalismo de los ‘chicago boys’, que caracterizó las políticas económicas de la dictadura. El propio Marcel participó en manifestaciones contra el régimen durante su etapa universitaria.

Sin embargo, siempre se ha definido como pragmático y moderado, con un perfil técnico heredado de su estancia doctoral en Cambridge y esencialmente socialdemócrata, que le ha permitido ocupar puestos destacados en instituciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo. En una reunión con el propio Boric, el pasado 7 de enero, apuntó cuál debería ser una de las señales de identidad del nuevo Gobierno de izquierdas: “Manejo responsable de las finanzas públicas durante los próximos años, de manera de generar una base sostenible para financiar el esfuerzo que se quiere hacer en favor de los chilenos”. Este viernes, la Bolsa de Santiago subía unas décimas tras su nombramiento, que manda una señal de moderación a los mercados.

El conservador Sebastián Piñera lo ratificó el pasado octubre, lo que confirma el perfil moderado y transversal de Marcel

No es la primera vez que Marcel está a punto de ocupar el puesto. Durante el primer Gobierno de Michel Bachelet estuvo entre los favoritos para dirigir las finanzas del país, pero finalmente el encargo recayó en Andrés Velasco. Sin embargo, fue nombrado presidente del Banco Central en 2016, durante la segunda etapa de la socialista al frente del Ejecutivo. El conservador Sebastián Piñera lo ratificó el pasado octubre, en un gesto que confirma el perfil moderado y transversal de Marcel.

Este chileno de origen español se ha ganado el respeto de la derecha por su énfasis en el control de la inflación y del equilibrio fiscal, que ya puso en práctica a principios de siglo como director de Presupuestos en el Ejecutivo del también socialista Ricardo Lagos. Ahora tendrá por delante algunos retos difíciles, como la reforma del sistema de pensiones y el control del déficit, en un momento marcado por las subidas de precios y la fuerte demanda de políticas sociales tras las expectativas generadas por la victoria electoral de un joven de 35 años que lideró las revueltas de 2019.