
El diálogo, aseguró Blinken, fue “franco y sustancial” pero también sirvió para rebajar tensiones tras semanas de escalada verbal entre ambas naciones.
En tanto que Lavrov señaló haber acordado con el secretario de Estado estadounidense “un diálogo razonable” para “calmar las emociones” tras algo menos de dos horas de reunión.
Una vez finalizado el encuentro, el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores advirtió en un comunicado que si los occidentales seguían “ignorando las preocupaciones legítimas de Rusia” en relación a la ampliación de la OTAN en Ucrania y en su frontera occidental, habrá “graves consecuencias”.
“Esto puede evitarse si Washington reacciona positivamente a nuestros proyectos de acuerdo sobre garantías de seguridad”, manifestó el Ministerio.
Frente a la advertencia, el jefe de la diplomacia estadounidense pidió a Rusia que demuestre que no tiene intención alguna de invadir a su vecino y “una muy buena manera para empezar sería desescalando, haciendo retroceder esas fuerzas en la frontera de Ucrania”, afirmó Blinken.
El Kremlin niega cualquier intención bélica, pero condiciona la desescalada a la firma de tratados que garanticen la no expansión de la OTAN y la retirada de la Alianza transatlántica de Europa del Este.
Fuente Ambito