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La zona norte de Pinamar, popularmente conocida como “La Frontera”, es año a año escenario del descontrol y tragedias, ya que las playas vírgenes que limitan con el Partido de la Costa son utilizadas como pista de carreras y peligrosas piruetas de camionetas 4×4, autos de lujo, cuatriciclos. motos y vehículos todo terreno.
En lo que va de la temporada de verano, ya murieron dos personas en accidentes con cuatriciclos: una mujer de 33 años y un hombre de 31. Sin embargo, es un milagro que no haya que lamentar más víctimas fatales por este tipo de episodios que se convirtieron en un triste clásico de las playas del partido bonaerense gobernado por el dirigente del PRO Martín Yeza.
La imprudencia de los turistas y la falta de controles provoca un combo que convierte a las vacaciones en un tiempo peligroso: así, los siete kilómetros de playas vírgenes de “La Frontera” pasan a ser un lugar poco apropiado para descansar.
Lo que escapa a los ojos de los inspectores municipales queda volcado en las redes sociales, donde abundan las muestras de que las tragedias están a la orden del día: la mayoría queda en anécdotas, pero en algunas ocasiones se transforman en trágicas noticias.
Camionetas 4×4, autos de lujo, cuatriciclos, motos y vehículos todo terreno corren a toda velocidad por los médanos de “La Frontera”: incluso, algunos temerarios incursionan en el agua y sus vehículos quedan, no sólo encallados en la orilla, sino hundidos mar adentro.
La suba de la marea complicó a más de un turista que, por su imprudencia, terminó sufriendo serios daños en su vehículo.
Pero lo que en algunos casos terminan siendo anécdotas divertidas, en otras ocasiones se trata de serios accidentes que podrían haberle costado la vida a los pasajeros de los vehículos o a transeúntes.
La falta de controles por parte de la Municipalidad de Pinamar hace que cualquiera se atreva a meterse en las dunas y termine atrapado en la arena.
Aquellos que tienen la suerte de no quedar atrapados en la arena, suelen realizar peligrosas maniobras en las dunas pinamarenses.
Fuente Mendoza Today
