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López Obrador, de 68 años, ha estado saliendo del Palacio Nacional los últimos tres días para realizar un poco de ejercicio físico tras serle practicado el pasado fin de semana, en el Hospital Militar, un cateterismo, después de lo cual se informó oficialmente que su salud es buena y no sufre ninguna obstrucción en sus arterias.
Tras la intervención, ocurrida una semana después de que se contagiara por segunda vez en un año de Covid-19, se desataron una ola de versiones en las redes sociales y los medios sobre que habría sufrido un supuesto ataque al corazón, como el que tuvo en 2013 e incluso algunos señalaron que había ya experimentado una “embolia”.
López Obrador, que es hipertenso, visitó el miércoles el parque de béisbol de la Alianza de Tranviarios, en Iztapalapa, al este de la capital, acompañado de algunos colaboradores y de su hijo menor, Jesús Ernesto.
Los medios registraron que dio dos vueltas a paso lento en el campo, acompañado de otra persona, al parecer uno de sus guardias, y luego se sentó en las gradas para observar una práctica de bateo de su hijo.
López Obrador dijo que desde que empezó a ir al campo de béisbol porque sus médicos le recomendaron caminar todos los días 20 o 30 minutos, observó que algunos reporteros se treparon en zonas aledañas altas, sobre los techos de un edificio y un banco, para tomar imágenes de su actividad.
El presidente señaló que si los medios hicieran reportes “sobre mi recuperación o cómo voy avanzando para salir adelante” no habría problema, pero lamentó que se usen esas imágenes para informar “que estoy arrastrando los pies” y que está “chocheando” (envejeciendo).
Fuente Ambito
