
Los investigadores “analizaron aproximadamente 14 hectáreas de las 480 hectáreas del lugar”, situado a unos 300 kilómetros al norte de Kamloops, donde se hallaron unos 215 restos en mayo.
A este establecimiento asistieron miles de niños indígenas entre 1886 y 1981, según la comunidad William Lake.
“Este despertar en el territorio indígena nos ha permitido iniciar el proceso de curación”, manifestó Willie Sellars, el jefe tribal, citado por la cadena CBC.
“Sus cuerpos fueron lanzados al río, abandonados en las profundidades de lagos, arrojados como basura a incineradoras (…) Para esos niños no habrá ninguna lápida, ninguna tumba sin marcar, ningún pequeño fragmento de hueso, que sea analizado de forma forense”, agregó.
A comienzos de enero, el Gobierno anunció la financiación con u$s1,9 millones canadienses para investigar ese lugar, indicó AFP.
En este sentido, desde mayo, más de 1.000 tumbas anónimas han sido encontradas cerca de las antiguas “escuelas residenciales para indígenas” gestionadas por grupos religiosos, lo que ha puesto luz a un oscuro capítulo de la historia de Canadá y a su política de asimilación forzada.
Fuente Ambito