
El silencio de Cristina Kirchner respecto del entendimiento con el FMI ha provocado reacciones de todo tipo, incluso una fuerte fricción entre el mendocino Alfredo Cornejo y el jujeño Gerardo Morales. Básicamente por cómo será la estrategia opositora ante ese mutisimo.
Lo cuenta este domingo en diario Clarín uno de los periodistas más y mejor informados del país, Ignacio Zuleta, y vale la pena leerlo:
Este antecedente le permite al Gobierno caminar confiado en que las peleas de palacio por la letra chica del entendimiento no lo afectarán electoralmente. Es una guía, para el uso de este tema que hará la oposición.
Algunos desafían a Cristina a que diga qué piensa. El ala Cornejo-Patricia Bullrich confían en la táctica de mojarle la oreja al Gobierno por una disidencia interna que pueda restarle apoyos.
Otro sector, más ligado a los opositores que gobiernan, sindicados en la figura de Gerardo Morales, se desentienden de esas peleas ajenas. Creen que al Gobierno no hay que decirle cómo tiene que hacer las cosas, y que, si se está equivocando, hay que dejarlo que se hunda solo. No lo van a empujar al abismo, pero tampoco figura en su proyecto ayudarlo a que deje de equivocarse.
El jefe radical suspende el juicio hasta que se conozca la carta de intención, y, hasta entonces, “hay que balconearla”. Lo que se conoce implica una reducción del déficit, de la emisión y de los subsidios. O sea, un ajuste de las cuentas cuyo costo tiene que pagar el que firma, o sea el Gobierno.
¿Qué tenemos que opinar ahí? Además, es la oportunidad para que el Gobierno se divida. ¿Qué más queremos? En este punto Morales se pone de nuevo en las antípodas de Cornejo.
Fuente Mendoza Today

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