
El Partido Socialista alcanzó 117 escaños en el parlamento de 230 miembros, seguidos de 71 escaños del centroderechista PSD, pese a los vaticinios de una contienda mucho más estrecha.
Ese resultado dejaba abierta la posibilidad de que Costa fuera confirmado en el cargo sin necesidad de pactos con otras fuerzas.
El primer ministro Costa afirmó que el partido Socialista “ganó estas elecciones” y dijo que “espero que todos los partidos lean el resultado electoral. Dos años después, un segundo reforzamiento, señal de que (los portugueses) quieren que gobierne el Partido Socialista. Espero que todo el mundo entienda esto”.
Detrás del PS se ubicaban el Partido Social Demócrata (PSD), que lidera el conservador Rui Rio, con el 30,17% de votos escrutados, y Basta, de ultraderecha, con 7,44%, que de se modo se convertiría por primera vez en la tercera fuerza del país.
Más atrás figuraban la Coalición Democrática Unitaria (CDU), con 3,72%; el Bloque de Izquierda, con 3,37%, y el Centro Democrático y Social-Partido Popular, Personas-Animales-Naturaleza (PAN) y Libre, todos ellos con posibilidades de obtener representación parlamentaria.
El dirigente socialista Costa se enorgullece de haber “pasado página a la austeridad” presupuestaria aplicada por la derecha tras la crisis financiera mundial con la alianza histórica de 2015 con las formaciones de izquierda radical, Bloque de Izquierdas y los comunistas.
Pero, cuando el gobierno minoritario contaba también con “pasar la página de la pandemia” gracias a una cobertura de vacunación récord y la llegada de los fondos de relanzamiento económico europeos, sus aliados rechazaron su proyecto de presupuestos para 2022, lo que desencadenó la convocatoria de elecciones anticipadas.
Cuando su fecha fue fijada, hace tres meses, los sondeos daban al Partido Socialista de Costa (PS, izquierda) 13 puntos de ventaja sobre su principal opositor, el Partido Social-Demócrata (PSD, derecha).
“Voté por los socialistas pues los necesitamos en este momento difícil”, dijo a la AFP Manuel Pinto, ex ebanista de 68 años en Lisboa.
“Quise votar por la mañana temprano, en primer lugar por seguridad, pues hay menos gente”, declaró Duarte Raposo, un directivo de 33 años, a la salida de una oficina de votación de Almada, al sur de Lisboa.
El balance de gobierno “no es muy bueno, pero con el covid no se puede esperar mucho más”, estima por su parte Isabel Rodrigues, una residente de Lisboa, de 50 años.
Pese a un “cierto desencanto” hacia el Partido Socialista, la mayoría de electores cree que Costa tiene “más competencia y experiencia para gobernar” que Rio, un economista apreciado por “su franqueza y su autenticidad”, afirma la politóloga Marina Costa Lobo.
Fuente Ambito