Estos números generan una preocupación importante en el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro debido a que el año pasado cerró con una inflación de 10,06%, el porcentaje máximo en seis años.
A su vez, el número que se conoció a mediados de enero provocó duras críticas al estar muy alejado del 5.25%, la meta oficial.
En el último mes del periodo 2021 la economía logró disminuir el ritmo en alza de los precios al registrar un 0.73% con respecto al mes anterior, cuando se notificó un 0.95%.
El transporte en Brasil fue el principal responsable en el índice, con incrementos anuales de 21,03%, algo que fue propiciado por la suba en el valor del combustible, 49.02% en todo el año.
En tanto que los precios de la vivienda representaron un aumento del 13.05% y el valor de la electricidad cerró en 21,21%, dos categorías que se relacionan entre sí.
A mitad de diciembre, Bolsonaro habló en la cúpula de Estado del Mercosur y se refirió a los números negativos sobre los que transitaba la economía en sus precios, aunque aún no se habían revelado estos últimos.
“Resurgen presiones inflacionarias como resultado de las restricciones internacionales y medidas restrictivas internas por la pandemia y de la escasez de oferta en la economía mundial”, atribuyó el máximo mandatario.
Y sumó: “Combatir la inflación es tarea que tiene involucrado varias herramientas de política económica y que debe ser cumplida rápidamente. Necesitamos proteger la capacidad de consumo, especialmente de los sectores de más baja renta, el más afectado por la pandemia”.
Fuente Ambito