El canciller Olaf Scholz, quien asumió el cargo en diciembre en coalición con los Verdes y los liberales Demócratas Libres, se comprometió a formar un “club” de grandes economías que presionen por acciones más ambiciosas para abordar el cambio climático.
Alemania ocupa la presidencia del Grupo de los Siete países más ricos este año. Ni Morgan ni Greenpeace estuvieron disponibles para hacer comentarios.
El año pasado, John Kerry se convirtió en el primer enviado presidencial especial de Estados Unidos para dialogar sobre cambio climático. China, Dinamarca, Países Bajos, Emiratos Árabes Unidos y las Islas Marshall también tienen delegados especiales.
“Bueno, es audaz, no es alemana”, dijo Rachel Kyte, decana de la Escuela Fletcher de la Universidad de Tufts, quien ocupó altos cargos sobre asuntos de medioambiente en el Banco Mundial y Naciones Unidas.
“Creo que significa que habrá alguien que impulse una acción climática ambiciosa con la dirección alemana del G7 y que comprenda cómo los diferentes países y comunidades de todo el mundo ven la enormidad de la tarea que se avecina”, dijo Kyte.
Jennifer Tollmann, asesora de la agrupación activista E3G, dijo a Reuters: “Esta es una mujer que estuvo en el centro de las negociaciones para el Acuerdo de París”.
“Ella es el mejor recurso de Scholz para asegurarse de que su visión de un club de países que lideran los esfuerzos … finalmente logre integrar a más naciones”.
Morgan se une con frecuencia a activistas en campañas de alto perfil, incluido un proyecto el año pasado en el que se sumó a 40 miembros de Greenpeace que intentaron bloquear en kayacs el ingreso a una refinería propiedad de Shell.
Fuente Ambito