Negociaciones al margen, los nuevos espacios habilitados en el parking de la T1, el parking Express de la T2 y el Parking Preferente de la T4 para los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) de Uber comenzaron el martes a prestar servicio en el aeropuerto de Barajas. La tranquilidad ha sido la tónica reinante de un enclave que ayer a mediodía concentraba a menos de una decena de coches a la espera de recoger pasajeros. Para facilitar la labor de los conductores, la empresa estadounidense ha habilitado en su ‘app’ una pestaña donde sus trabajadores pueden consultar el número de vuelos desglosados por horas que aterrizan en la capital. De igual modo, los viajeros que desembarquen en la terminal y soliciten un viaje a Uber encontrarán en sus pantallas las instrucciones para encontrar la novedosa zona de recogida. «Antes teníamos que entrar y pagar como un coche normal», recordaba uno de los profesionales, sin entender la polémica suscitada. Una postura que también compartió esta vez el presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM), Julio Sanz, al entender que son otros los problemas que deben abordarse para poner fin al conflicto surgido. «Lógicamente, no nos gusta, pero es un concurso de Aena que ha sacado y Uber es la empresa que más dinero ha puesto», señalaba a ABC, pidiendo un mayor control de las bolsas de espera formadas por VTC en otras zonas de influencia de la base, además de la vigilancia en accesos «que no son de su paso». Para el portavoz de la asociación mayoritaria, la «anarquía» sufrida versa en la falta de efectivos de la Policía Municipal y de inspectores de transporte en el Ayuntamiento de Madrid, «con solo 5 y otros 15 auxiliares para controlar 90.000 licencias (incluyendo taxi, VTC y el resto de servicios)» operativas actualmente en la región. La guerra de nunca acabar.
Fuente ABC