La noche electoral, tras la amarga derrota, el candidato del PSOE, Luis Tudanca, apareció abatido. Y apuntó de forma clara a la posibilidad de cerrar esta etapa como líder en Castilla y León tras tres intentos fallidos de apartar al PP de su feudo territorial más sólido: «Me he vaciado, lo he dado todo trabajando por esta tierra a la que tanto quiero. Pero no ha sido suficiente. Tened claro que otros vendrán que harán más y que lograrán que el cambio llegue a esta tierra porque esta tierra lo merece». Pero la dirección federal no va a promover su relevo y quiere que continúe. Y para justificarlo defendió los resultados con convencimiento. El portavoz de la Ejecutiva Federal, Felipe Sicilia, rechazó que se trate de «una debacle, como algunos han querido plantear». Defendió que el PSOE ha ganado en cuatro provincias y se ha quedado a 15.000 votos de ellos. La sensación en el partido es esa, que el resultado no tiene nada que ver con Madrid: «Es un 30% de voto en la región más conservadora de España», defienden desde una presidencia autonómica gobernada por los socialistas. En Ferraz se expresan algunas dudas, que intentan disipar apoyándolo, sobre la continuidad de Tudanca. Sobre sus palabras en la noche electoral creen que fueron fruto del momento de tristeza, un conato de cruda sinceridad. Pero no lo querían vincular conque vaya a abandonar el cargo. «Luis es un político como la copa de un pino. Es magnífico. Hemos sacado un 30% en circunstancias muy difíciles». Fuentes de la cúpula de Ferraz insisten en que «tiene toda nuestra confianza». Sobre su figura se cernía el fantasma de Ángel Gabilondo. Como él, debutó como candidato en 2015. Tudanca registró entonces el peor resultado histórico del PSOE en Castilla y León. Los mismo que le sucedió a Gabilondo en la Comunidad de Madrid. Se vieron perjudicados por la irrupción de Podemos y Ciudadanos. En 2019 sucedió lo contrario. Al incorporarse Vox a la partida, la derecha se dividió más y el PSOE pudo ser la fuerza más votada en ambos territorios. Pero ni Tudancia ni Gabilondo pudieron formar Gobierno por las alianzas del PP y Ciudadanos. En el caso de la Comunidad de Madrid con el concurso externo de Vox. Pero esas victorias les dieron relato y prestigio interno. En los dos anticipos electorales han sido los candidatos. Y aunque el desenlace pueda ser similar, hay diferencias que juegan a favor de Tudanca. En 2021 Gabilondo hundió al PSOE en Madrid. Pero el análisis que hacen en la dirección federal del PSOE sobre los resultados conseguidos por Luis Tudanca es mucho más optimista. En el caso de Madrid nadie se atrevió a buscar ningún elemento positivo. Y ayer en Ferraz, en cambio, se insistía con fuerza una idea: «No estamos tan mal». En la noche del domingo a Tudanca parecía que se le ponía cara de Gabilondo. Pero la cúpula del partido no es partidaria de un relevo en estos momentos. En primer lugar porque primero tiene que resolverse que no haya repetición electoral. En segundo lugar porque Tudanca fue reelegido como secretario general sin oposición alguna a finales de noviembre. No se puede precipitar un Congreso Extraordinario en tan poco espacio de tiempo. Otra cosa distinta es pensar que opte a una cuarta candidatura: «Una cosa es secretario general ahora y otra futuro candidato», señala un presidente autonómico. Hoy Tudanca reúne a su Ejecutiva regional.
Fuente ABC