En estos momentos de caos, ignoramos cuántos cadáveres políticos quedarán tendidos sobre la arena después que haya remitido la guerra entre Ayuso y la directiva del PP, con Casado a su cabeza. Pero hay que ser realistas. Ni sabemos si los hechos se van a esclarecer, ni existe garantía alguna de que las evidencias parciales que vayan apareciendo no terminen por lesionar irreversiblemente a las dos partes. El cadáver más probable en esta refriega, el cadáver casi seguro, será el propio PP. Por supuesto, Casado sin el PP se resuelve en una pura nada. No ocurre lo propio con Díaz Ayuso. Esta disfruta de una fuente de legitimidad política personal y no solo corporativa, y podría seguir galopando aunque no… Ver Más
Fuente ABC