Por João Lemos Esteves –Especial Total News Agency –TNA-
Como informó Total News la semana pasada, se evitó un ataque terrorista en la ciudad de Lisboa gracias al trabajo de inteligencia de Israel (Hagana Security & Intelligence Global Services), el FBI y la Polícia Judiciária (PJ, la policía forense portuguesa). Ahora que se ha evitado la tragedia, es demasiado fácil parodiar la intervención de la policía portuguesa a partir de información compartida directamente por el FBI, criticado por su exceso de celo (como se fuera posible evitar los ataques terroristas esperando que el crimen se cometiera). consumado, se perderían vidas; estos comentaristas seguramente serían los mismos que criticarían a la policía portuguesa, si ella no actuaría y ocurriría una gigantesca fatalidad, señalando, siempre con gran conocimiento, las fallas del sistema y cómo repararlos); otros por la “deficiente y errónea política de comunicación” de la PJ; otros desvalorizando el caso, hablando mismo que ha estado en la “frontera de la discriminación policial” y que, a pesar de planear un ataque indiscriminado contra estudiantes y profesores de una facultad, probablemente no sería terrorismo.
De esto se deduce que, en Portugal, el poder político y mediático (en general) en lugar de agradecer y destacar el meritorio trabajo de las autoridades policiales, los dedicados y muy competentes agentes de la PJ – decidieron atacar a la policía, tratando de desacreditar su desempeño y abandonarlo políticamente. En un país donde se disecciona hasta el cansancio la tragedia y la infelicidad (sus causas y efectos), se prefiere ridiculizar y desmerecer el éxito y competencia de una de las instituciones que más contribuyen al interés colectivo, como es el PJ. He aquí, entonces, otra manifestación del oxímoron del socialismo a la portuguesa: cuando y en áreas donde el Estado funciona mal, el Estado, por fanatismo ideológico, es alabado; cuando y en áreas donde el estado funciona bien, el estado, por fanatismo ideológico, es atacado, ridiculizado, vilipendiado. El Estado es bueno cuando es malo; el Estado es malo cuando es bueno. Una fatalidad idiosincrásica del destino portugués…
De hecho, los agentes de la PJ –en particular, la Unidad Nacional Contra el Terrorismo– sienten que el poder político no los ha defendido adecuadamente, al contrario: las estructuras políticas permitieron la comunicación (y la contrainformación) para “deslegitimar” la intervención de la policía forense portuguesa. Por ejemplo, en Portugal, un canal de televisión mostró detalles de la eventual habitación del joven que planeó el (fallido) ataque terrorista´, mostrando a un amistoso Pikachu (del anime japonés Pokémon). El propósito de esta contrainformación es claro: (i) desvalorizar el crimen evitado, asociándolo únicamente a un caso patológico de “joven perturbado”; (ii) eliminar cualquier simbología o motivación política del caso; (iii) presentar a Portugal como un país sereno, pacífico, de costumbres apacibles y calma política y social; (iv) evitar discutir la presencia de Irán, un tema muy incómodo para muchas personas, en Portugal y el apoyo del Irán a movimientos extremistas, incluidos los neonazis.
Quienes vieron algunos medios portugueses durante el fin de semana, parecía que la amenaza de un atentado contra la Cidade Universitária, en Lisboa, era algo banal, común, fácilmente detectable. Y que, por tanto, la PJ exageró en la cobertura mediática que le había dado al asunto; fracasó en su política de comunicación. Ahora bien, nada de esto es cierto: había, de hecho, una amenaza muy grave, con un riesgo muy alto para la seguridad pública; la identificación de la amenaza requirió un trabajo riguroso y minucioso y un trabajo absolutamente extraordinario por parte de la policía judicial portuguesa, tras un riesgo identificado por la inteligencia israelí (a cargo de la empresa Hagana Security & Intelligence Global Services) y debidamente trabajado por el FBI. Hasta aquí, los agentes de la Policía Judicial portuguesa merecen el más sonado y categórico elogio: su compromiso no es con ideologías o agendas políticas, sino con la seguridad de su país. Por lo tanto, la articulación entre el FBI y la Policía portuguesa es muy positiva, casi perfecta en términos comparativos con otras policías europeas: el FBI quedó gratamente impresionado por la forma brillante en que la Policía Judicial operó la semana pasada, impidiendo el atentado terrorista en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa. El PJ hizo grande a Portugal, por la rapidez y eficacia que salvó vidas humanas y evitó una tragedia que marcaría al país de manera indeleble.
Utilizando las mismas tácticas que algunos medios portugueses utilizaron para desacreditar a la PJ, pero ahora para rendir el debido homenaje a esta policía portuguesa, diríamos que la PJ fue SONIC que detuvo al “pícaro Pikachu” con la valiosa ayuda del Capitán América (de EE. UU. ) y la bendición de los “hijos de Sión” (Israel/Hagana Consulting Intelligence Global Services). La seguridad es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de agentes o empresas que son “el pequeño Nicolás”, como se dice en España…
Portugal, como Europa, solo puede ganar cuando está del lado de sus aliados naturales: Estados Unidos e Israel. La tragedia que se evitó, las vidas que se salvaron, son solo un ejemplo más de una realidad irrefutable. Sobre todo porque la delincuencia en Europa es cada vez más sofisticada, lo que plantea problemas cada vez más delicados en cuanto a su prevención y represión (en las áreas en las que opera Hagana Consulting & Global Intelligence Services – lucha contra la trata de personas/pedofilia, blanqueo de capitales y terrorismo – esto es particularmente visible). Países como Portugal, manteniendo sus prerrogativas soberanas, deben confiar en sus aliados naturales (Estados Unidos e Israel, a la cabeza) porque es de su interés nacional, y de ahí sacar las conclusiones geopolíticas necesarias.