
Con las negociaciones a contrarreloj, las dudas del FMI y el gobierno argentino está en cuatro puntos clave:}
1. Subsidios tarifarios
El gobierno avanza en un aumento de tarifas de la energía eléctrica del 20% y un porcentaje similar en el del gas. A esto, se le suma la segmentación tarifaria propuesta en barrios residenciales más altos. Sin embargo, aquel monto está lejos del propuesto no solamente por las empresas (que solicitan aumentos desde el 60%) sino también por parte del Fondo. Aún con los aumentos y la segmentación, no sería suficiente para cubrir los costos que estarían, según estimaciones privadas, cerca del 50%. De esta forma, la reducción progresiva de los subsidios – que manifestó el Fondo en su último comunicado- parece lejos de lo deseado y el gobierno no estaría dispuesto a ceder.
2. El equilibrio fiscal
El panorama de equilibrio fiscal en el 2025 parece optimista. Según los analistas, el principal debate del gobierno es en donde el gobierno deberá contraerse para incrementar la inversión en sectores productivos sin retraer a la economía. Mientras que el gobierno a través del Presidente Alberto Fernández aseguró que no se harán modificaciones sobre el régimen jubilatorio, sí se admitió que se revisarán las llamadas “jubilaciones de privilegio” de los jueces y embajadores.
Para el economista Nadin Argañaraz, presidente del IARAF, llegar al equilibrio primario equivale a lograr una recaudación extra de IVA que queda en manos del gobierno nacional, o a dos recaudaciones extra del impuesto al cheque, entre otros. Por el lado del gasto, por ejemplo, no alcanza con eliminar los subsidios a la energía, ya que un déficit de 3 puntos porcentuales del PIB equivale a 1,3 veces este gasto. También equivale a 1,3 veces el gasto anual en salarios públicos.
“La importancia del esfuerzo lleva a promover una reducción gradual, pero no lo cambia. Lo ideal es que los recursos provengan de ingresos extras derivados de un mayor cumplimiento tributario o de una mayor eficiencia a la hora de asignar los recursos. Pero si se busca la eliminación del déficit, lo esencial es que se concrete a partir de bases sólidas y básicamente sostenibles en el tiempo. Un ajuste no sostenible genera más costos en el tiempo”.
3. Desembolsos y reservas
¿Cuándo se verán los desembolsos del FMI? el Ministerio de Economía aún no lo tiene resuelto pese a que en un principio se esperaban que llegara en marzo, cuando deba abonar el primer vencimiento de u$s2900 millones. Como es conocido, el Banco Central no está en condiciones de afrontar el pago y se negocia a contrarreloj para acelerar el acuerdo y garantizarse esos fondos.
Martín Guzmán anunció que el acuerdo proyecta una acumulación de reservas internacionales de u$s5 millones netos. El 2021, cerró con cerca de u$s2 mil millones, en un año récord para el agro. Con el recorte de la producción por los efectos climáticos, el aporte del agro será aún menor. Por el momento, el gobierno garantizó que los fondos estarán garantizados por créditos de organismos internacionales y prevén incrementar reservas con la situación más estabilizada en el mercado de cambios.
Lo que se negocia hasta último momento es que esos DEG sumados a los correspondientes al vencimiento de marzo (algo más de u$s2.800 millones) ingresen en el primer desembolso que haría el FMI el próximo mes, una vez aprobado el nuevo programa. El Gobierno quiere que el monto sea aún mayor para armar un mayor colchón de divisas de entrada y minimizar las tensiones ante cada revisión trimestral (de las que dependerán la aprobación de cada envío del Fondo para cancelar los vencimientos de la deuda contraída por Macri), pero el organismo es reticente a ampliar mucho más el giro inicial.
Ese punto, junto a la pauta de reducción de los subsidios energéticos y algunos detalles de formulación de los “objetivos que no conllevan metas cuantitativas” son los aspectos que restan definir del acuerdo técnico con el staff de Washington. En el equipo negociador argentino confían en que el entendimiento se cerrará esta misma semana para llegar a tiempo antes del deadline que representa el vencimiento del 22 de marzo ante la escasez de reservas.
4. Respaldo político
Una vez realizado el acuerdo, el segundo paso será enviarlo a debate al Congreso y a la votación del board del Fondo. Con las diferencias expuestas en la coalición gobernante, la preocupación en Washinton es si el gobierno obtendrá los votos necesarios para lograr un amplio consenso sobre el acuerdo.
Fuente Ambito