LA HABANA, Cuba. – Este lunes el joven Marcos Antonio Alfonso Breto, detenido y acusado del supuesto delito de sedición por participar en las históricas protestas del 11 de julio de 2021 (11J), cumplió siete meses en prisión, recuerda su madre María Isabel Breto Fleitas mientras conversa con CubaNet.
Pese al dolor y el llanto que interrumpen la entrevista, la mujer repasa cuanto ha vivido su hijo desde su entrada a la cárcel Jóvenes de Occidente.
“Al principio, cuando él llegó a Jóvenes de Occidente tuvo varios problemas por fajarse. El reeducador [policía del penal] lo maltrató y le hicieron hematomas en su cuerpo. También y le quitaron las llamadas [telefónicas] para que no lo supiéramos”, precisa la madre del joven.
En otra ocasión, comenta, observó quemaduras de cigarros en los brazos de su hijo. Sin embargo, él nunca le confirmó lo que sucedía para evitarle preocupaciones.
“Yo me quejé respecto a lo que estaba sucediendo y lo cambiaron de compañía. Más nunca ha tenido problemas e incluso está más gordito”, detalla la entrevistada.
Asimismo, indicó que el pasado 17 de enero su hijo fue presentado a juicio, el cual quedó concluso para sentencia. Las autoridades le piden 15 años de cárcel por el supuesto delito de sedición.
“Él contó lo que había pasado; nunca engañó. Su abogado le dijo eso al fiscal, que deberían tomar en cuenta que nunca mintió. Él dijo que participó [en la protesta] porque vio a las personas participar. Tenía dos piedras en las manos y después las soltó, pero eso no es para que lo acusen de sedición”, apuntó la madre.
Según el artículo 105 del Código Penal, incurren en el delito de sedición “los que, tumultuariamente y mediante concierto expreso o táctico, empleando violencia, perturben el orden socialista o la celebración de elecciones o referendos, o impidan el cumplimiento de alguna sentencia, disposición legal o medida dictada por el gobierno o por una autoridad civil o militar en el ejercicio de sus respectivas funciones, o rehúsen obedecerlas, o realicen exigencias, o se resistan a cumplir sus deberes”.
Los incisos a y b de este apartado precisan que las condenas por este delito oscilan entre 10 y 20 años de cárcel e incluso consideran la pena muerte. El inciso c contempla de uno a 8 años de privación de libertad en dependencia de la gravedad de los hechos ocurridos.
De acuerdo con Breto Fleitas, las pruebas que la Fiscalía presentó contra su hijo fueron los videos que circularon en redes sociales durante la jornada de protestas y en los que el joven apenas puede verse unos segundos entre la multitud.
“El video de mi hijo fue bastante cortico. Él salió caminando con las piedras en las manos y después, se ve cuando se retira”, asegura su madre.
Poco antes del 15 de noviembre Breto Fleitas presentó una queja ante la Fiscalía con la cual exigía una revisión del expediente de su hijo.
“[En Fiscalía] me dijeron que no me preocupara que a la larga o a la corta a esos niños los iban a soltar”, indica. “Después sucedió lo del 15 de noviembre que es donde se corrió que las personas iban a marchar de nuevo y ahí fue que le pusieron sedición”, explicó.
“Si en un principio te dicen que a tu hijo lo van a acusar de desorden público o desacato, o no sé, [las autoridades] no tienen por qué decir [después] que es sedición. Ellos [los manifestantes] en ningún momento le hicieron nada a la estación de policías del Capri. Pasaron por un círculo infantil al que no le pasó nada; pasaron por la compañía de electricidad y tampoco le pasó nada. O sea, no entiendo por qué acusan a mi hijo de sedición”.
La entrevistada llamó a las autoridades a que revisen cada caso. “Estamos sufriendo un mundo las madres, las esposas, los niños que no tienen a sus familiares a su lado. Por favor, que todo el que tenga que ver con esto que se llame a capítulo y que tenga piedad”, pidió.
Breto Fleitas describe a su hijo como un joven hiperactivo, agradable y trabajador por lo que cree que “debe estar pasándola muy mal en la cárcel, como cuando metes a un pájaro en una jaula y le cortas las alas”, lamentó.
“El día que se lo llevaron fue el más difícil del mundo, muy difícil. Cuando vi a mi hijo con esas marcas [en el cuerpo] también fueron días terribles. No puedo explicar todo lo que pasó por mi mente. El día del juicio, ver a mi hijo como hablaba, esas ropas [de preso], esas esposas cada cinco minutos… todo es difícil”, dijo.
Marco Antonio Alfonso Breto es uno de los jóvenes que el 12 de julio marcharon por las calles de La Güinera, en el municipio Arroyo Naranjo, para exigir un cambio de régimen en la Isla.
“Mi hijo no mató, no robó, no violó a nadie y no tiene por qué estar preso. [Tampoco] rompió una tienda en MLC, no viró patrullas y por eso no me conformo con lo que le está pasando”.
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Fuente Cubanet.org