También se refirió a “desplazamientos masivos, traumatismos, separaciones de familias y desaparecidos”.
Maurer hizo un llamado ara que todas las partes en conflicto “respeten el derecho internacional humanitario”, incluidos los Convenios de Ginebra, y no ataquen bienes civiles ni infraestructuras esenciales como redes de agua, gas y electricidad que abastecen a los hogares, así como escuelas y centros médicos.
“Los ataques llevados a cabo gracias a nuevas tecnologías y medidas cibernéticas deben respetar también el derecho humanitario internacional”, insistió.
En un comunicado separado, el CICR dijo en su cuenta de Twitter que “las operaciones militares se han de realizar con un cuidado constante de preservar a la población civil, a las personas civiles y a los bienes de carácter civil”.
Ucrania está embarcado en un conflicto interno desde 2014, en un enfrentamiento entre su capital Kiev y las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, rusoparlantes, en el este del país.
“Las personas en Ucrania han soportado ocho años de conflicto. Es terrible que ahora enfrenten más violencia, dolor, pérdida y confusión”, tuiteó el CICR.
Según cifras de la ONU, más de 14.000 personas murieron desde que comenzaron los combates entre el Ejército ucraniano y los separatistas del este del país, en 2014
“Tememos que una escalada empeore la situación humanitaria ya de por sí devastadora”, indicó.
“Esta nueva fase de los combates en Ucrania me pone los pelos de punta. Es probable que la intensificación y la expansión del conflicto causen muerte y destrucción a una escala aterradora de contemplar, dadas las inmensas capacidades militares implicadas”, añadió.
Las hostilidades alteran el suministro de agua para más de 1 millón de personas en el este de Ucrania, indicó el CICR, al alertar que la reciente escalada de enfrentamientos en el este de Ucrania “ha puesto nuevamente a los servicios esenciales en riesgo de una interrupción total”.
Ya a fines de la semana pasada, cuando habían recrudecido los combates en el este de Ucrania, antes de la invasión rusa, por lo menos dos grandes estaciones de bombeo en la región de Donetsk quedaron inhabilitadas a causa de las hostilidades.
Las dos instalaciones, una estación de bombeo y una planta de filtrado, “abastecen de agua potable a más de un millón de personas a ambos lados de la línea de contacto, incluidos hospitales y otros servicios esenciales”, alertó el CICR.
La prioridad del CICR, cuyo principio fundamental es la neutralidad, es poder continuar ayudando a personas en necesidad.
Esta semana, el organismo entregó 3.000 litros de agua potable al hospital de Dokuchaevsk y envió 7.0000 litros adicionales a la Municipalidad de Donetsk.
“Seguiremos también con nuestros diálogo bilateral y confidencial con las partes implicadas en el conflicto para proteger a las personas afectadas por los combates”, subrayó hoy Maurer.
Fuente Ambito