Según estimaciones occidentales, hay otros 30.000 soldados rusos en Bielorrusia, que podrían atacar Ucrania desde el norte. Y Rusia concentró fuerzas navales en el Mar Negro y cerró la navegación en el mar de Azov.
Para el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), con sede en Londres, las fuerzas armadas rusas cuentan con 900.000 soldados, unos dos millones de reservistas y más de medio millón de otras fuerzas.
Por su parte, las fuerzas de Ucrania apenas superan el número de tropas que Rusia amasó en sus fronteras: 196.000 efectivos en las fuerzas armadas, 900.000 reservistas y 100.000 de otras fuerzas, según el IISS.
Los analistas señalan además que la diferencia de potencia de fuego es aún mayor en términos de material militar, ya que los casi 16.000 blindados de Rusia superan con creces los 3.300 ucranianos.
Los números de artillería muestran una diferencia similar, mientras que la fuerza aérea ucraniana es una décima parte del tamaño de su homóloga rusa.
“El balance de poder militar es totalmente abrumador” a favor de Moscú, según François Heisbourg, consejero especial de la Fundación de Investigación Estratégica (FRS) de París.
APOYO ACCIDENTAL A UCRANIA
Kiev se ha beneficiado de una importante ayuda militar occidental desde el inicio del conflicto en el este de Ucrania en 2014, incluyendo 2.500 millones de dólares de Estados Unidos (400 millones en 2021).
Hasta el estallido de la crisis actual, algunas tropas estadounidenses entrenaron a las fuerzas ucranianas para que utilizaran equipos de Estados Unidos: armamento ligero, buques patrulleros y misiles antitanques.
El Reino Unido también ha participado en el entrenamiento de las tropas durante varios años y, en enero, dijo que enviaba armamento ofensivo antitanque, la primera vez que suministraba armas letales a Ucrania.
Pero las fuerzas armadas rusas también han sido objeto de importantes reformas en los últimos años, después de que se percibiera una actuación poco brillante de sus soldados en el conflicto de 2008 con Georgia.
La reforma “ha convertido a Rusia en una potencia militar mucho más capaz hoy que en cualquier otro momento desde la disolución de la Unión Soviética”, apuntan los analistas del IISS.
Los comandantes también han podido adquirir una valiosa experiencia en escenarios de guerra, especialmente durante el despliegue de tropas rusas en Siria para apoyar al régimen de Bashar al Asad.
Los analistas del Royal United Services Institute (RUSI) afirmaron en un informe a principios de febrero que las defensas aéreas de Ucrania eran “deficientes” tanto en términos de calidad como de cantidad.
Además, el país se enfrenta al problema de compartir una frontera terrestre de casi 2.000 kilómetros con Rusia, la mayor parte de la cual está expuesta a ataques, y una frontera de 1.000 kilómetros con Bielorrusia.
La “balanza militar convencional” está “firmemente” del lado de Rusia, según los analistas del Royal United Services Institute.
Ucrania también ha sido objeto de repetidos ataques cibernéticos que Occidente ha atribuido a Rusia y que, según los expertos, tienen el potencial de paralizar el país.
Pero los analistas de RUSI también señalaron que la “amenaza de resistencia no convencional” debería preocupar a Moscú, que querría evitar un conflicto prolongado y sangriento, especialmente en los centros urbanos.
El gobierno ucraniano ha invertido mucho en la promoción de la unidad nacional y Kiev querría “prolongar los combates” hasta el punto en que Moscú se vea inmerso en una “lucha embarazosa, desordenada y de desgaste”, agregaron.
Fuente Ambito