La votación se produce después de que un incendio en la mayor central nuclear de Europa, la de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, tuviera en vilo al mundo entero durante varias horas, si bien finalmente las llamas pudieron ser dominadas y no hubo fuga radiactiva alguna.
El fuego se originó a causa de ataques de fuerzas militares rusas, que ya ocupan en lugar, según denunció Ucrania. Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que se trató de “una provocación” de Ucrania.
Es la primera vez en la historia del Consejo que una resolución concierne directamente a Rusia, explicó un portavoz de la ONU, reprodujo la agencia de noticias AFP.
La resolución condena “las violaciones y ataques a los derechos humanos como consecuencia de la agresión de la Federación Rusa”.
El texto de la resolución reclama “la rápida y verificable retirada de las tropas rusas, y de los grupos armados aliados de Rusia, de todo el territorio reconocido internacionalmente de Ucrania”, y pide la creación de manera urgente, y durante un año (inicialmente) de “una comisión investigadora internacional e independiente”, el nivel más alto de investigación del Consejo.
Los investigadores tendrán la misión de “recoger, unir y analizar los elementos de prueba para atestar (…) violaciones” de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario durante la invasión de Ucrania, de cara a futuros procesos, así como identificar a los responsables de estas violaciones “para que respondan sobre sus actos”.
La invasión rusa provocó mucha conmoción en el mundo. Las manifestaciones contra la guerra y los gestos de solidaridad con los ucranianos se han multiplicado por los bombardeos y el éxodo de cerca de 1,2 millones de personas, según las últimas cifras de la ONU.
Entre las 13 abstenciones se anotaron los representantes de Venezuela, Bolivia, Cuba, Armenia e India.
El 24 de febrero pasado, Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos ciudades -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.
Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.
Fuente Ambito