El PSOE acusaba a José Luis Martínez-Almeida de ser alcalde a tiempo parcial, y ahora que el regidor se ha liberado de su cargo como portavoz nacional del PP es él quien utiliza este argumento para arremeter con la actual delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González
. La exconcejal socialista convocó este miércoles una rueda de prensa en Ferraz en la que señaló al Ayuntamiento de Madrid como el «epicentro de la voladura del PP» con la supuesta trama de espionaje por parte del partido al hermano de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, y afeó que la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) «vuelva a estar manchada con el gobierno del PP, como con (la exalcaldesa) Ana Botella». Unas declaraciones que ayer fueron duramente censuradas por el regidor, quien la acusó de utilizar al Grupo Municipal Socialista como su «chiringuito» para preparar su candidatura a la Alcaldía de Madrid en 2023. «Los madrileños no merecen una delegada que entienda que esto es un chiringuito y una rampa de lanzamiento. Es delegada del Gobierno, y como tal se debe comportar. Le diría que respete, ya que no lo hace ni alcalde ni a la presidenta, al menos que respete a su compañera de partido», criticó el primer edil popular. A su juicio, el acto que convocó González junto al líder del partido en la región, Juan Lobato, en el que no estaba la portavoz socialista en el ayuntamiento, Mar Espinar, puso en entredicho «la autoridad» de la edil del PSOE. Cree que «es obvio que no se la reconoce su papel como portavoz» al ser «una muleta para la delegada del Gobierno». Es por eso que, para Almeida, el papel institucional de González como delegada del Gobierno «ha quedado completamente invalidado» y entiende que «ha de asumir que no se puede ser delegada y candidata a la Alcaldía al mismo tiempo». Cruce de acusaciones
El cruce de afilados reproches entre ambos mandatarios comenzó desde el primer encuentro oficial. Lo intentaron, pero la cordialidad institucional duró menos de diez minutos. El objetivo de la reunión era abordar el dispositivo de seguridad de cara a las fiestas de San Isidro, pero tras exponer los datos y mostrar su compromiso de coordinarse y avanzar juntos para solucionar los problemas de los madrileños, las diferencias políticas afloraron con la misma intensidad a cuenta del estado de alarma prorrogado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. En aquel acto celebrado en mayo se acuñó ya el término de Pimpinela para definir el tira y afloja. También en esa ocasión quedó patente que Almeida y González medían sus fuerzas en los mismos términos: se visualizó a una posible candidata a la Alcaldía de la capital. Hasta en los tribunales
Desde entonces, pese al respeto mutuo y cariño personal que se tienen de sus tiempos en Cibeles, los encontronazos entre ambas instituciones han ido ‘in crescendo’, hasta el punto de llegar a los tribunales. El pasado 27 de febrero los servicios jurídicos municipales presentaron un recurso contencioso-administrativo contra la resolución de la Delegación por la «broma de mal gusto» de las ayudas por los daños del temporal Filomena. El monto de poco menos de 1,5 millones de euros, «50 céntimos a cada madrileño», solo supone el 2,4 por ciento de la factura de casi 61 millones de euros que el ayuntamiento entregó a la Delegación del Gobierno en Madrid. Aunque queda más de un año para la campaña electoral, la contienda ya ha empezado.
Fuente ABC