
El plan propone fortalecer la capacidad nacional de producción de fertilizantes, que Brasil importa en cerca de un 80% y que tiene entre sus principales proveedores a Rusia, actualmente protagonista de sanciones de una larga lista de países y empresas.
Con respecto al conflicto bélico, Bolsonaro lo caracterizó como “una cuestión a más de 10.000 kilómetros de distancia que afecta a todo el mundo” y que puede poner en jaque la “soberanía alimentaria” de Brasil y muchos otros países.
En este contexto, el mandatario volvió a defender un proyecto de ley presentado por su Gobierno al Congreso en 2020, que busca aumentar la producción propia de recursos minerales en territorios indígenas, donde no se realizan actividades mineras de forma legal y consideradas hasta ahora como reservas medioambientales.
Según el líder de ultraderecha, la propuesta “abrirá espacios para integrar a los hermanos indígenas a la sociedad”, y contempla el pago de diversas regalías por el uso de sus tierras ricas en potasio y otros minerales que son la materia prima de los fertilizantes.
Brasil cuenta con reservas de fertilizantes hasta octubre próximo, según datos oficiales, el Gobierno ya anunció que pretende aumentar sus importaciones desde Canadá e Irán, otros dos grandes productores globales.
Decenas de organizaciones, activistas y artistas, encabezados por el cantante y compositor Caetano Veloso, acudieron a Brasilia para exigir un freno a estas y otras iniciativas que atentan contra el medio ambiente y las poblaciones indígenas.
Fuente Ambito

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