El incidente ocurrió en la comuna de Ercilla, a 600 kilómetros al sur de la capital de Chile, donde Siches pretendía evaluar “cómo será la desescalada del estado de excepción” en la zona, establecido durante el gobierno de Sebastián Piñera a partir de varios ataques cometidos por presuntos separatistas mapuches.
Distintos medios de comunicación reportaron más de 50 balazos al aire y barricadas en la zona, que obligaron al personal de Carabineros a evacuar a la ministra cuando se dirigía a la comunidad mapuche de Temucuicui para reunirse con Marcelo Catrillanca, padre de Camilo, quien fue asesinado por la fuerza policial en noviembre de 2018.
Siches fue evacuada y puesta a resguardo en una comisaria de la zona, hasta donde llegó Marcelo Catrillanca.
“Quiero saludar a la ministra, porque creo que hay buenas intenciones del gobierno y eso nosotros lo valoramos”, dijo, según la prensa chilena.
“Lo que haya pasado en el camino nosotros lo debemos resolver dentro de la comunidad; por lo tanto, es algo que tenemos que conversar, pero no les puedo decir qué pasó, porque al final no tengo idea lo que pasó”, admitió.
El representante mapuche criticó de todos modos que la visita fue muy improvisada y no hubo tiempo de que la propia comunidad indígena debatiera su parecer sobre la iniciativa del flamante gobierno de Gabriel Boric.
Según medios presentes en la zona, la ministra se retiró de la comisaría junto a Catrillanca para mantener finalmente la reunión en un lugar a definir.
En la conferencia de prensa desde La Moneda, Vallejo aclaró que el presidente está en “diálogo fluido” con la ministra Siches, quien mantendrá su itinerario, ya que quieren aprovechar este viaje para que, desde el territorio, se pueda “seguir dibujando este camino delante de diálogo y de paz”.
A pesar de los hechos, la “decisión sigue firme, no vamos a mantener el estado de excepción, porque queremos abrir un espacio de diálogo para lograr la paz”, remarcó la vocera.
Comunidades mapuches, la mayor etnia de Chile, demandan tierras que consideran propias por derecho ancestral y han sido entregadas a privados, principalmente a empresas forestales y hacendados. En la zona son frecuentes los ataques incendiarios, atribuidos a grupos radicales mapuches y otras organizaciones de defensa de las forestales.
La violencia ha escalado en la región en la última década, con ataques incendiarios a predios privados y maquinaria forestal. Las confrontaciones también sacaron a la luz la presencia del narcotráfico y de organizaciones de autodefensa, así como operativos policiales denunciados como montajes por los indígenas.
Fuente Ambito