Por María Xavier –Especial Total News Agency-TNA-
La invasión de Rusia a Ucrania sigue siendo noticia y este martes lo ha sido en territorio español y es que un segundo yate de presunto oligarca ruso ha sido embargado en España.
Desde la madrugada, una patrulla de la Guardia Civil vigila el Lady Anastasia. Se trata de un imponente barco de 47 metros de eslora y 9 de manga atracado en Port Adriano, uno de los puertos más lujosos de Mallorca.
Pero, además, ya el yate había sido noticia semanas anteriores y es que es el mismo barco que sufrió el intento de sabotaje por parte de uno de sus tripulantes, el marinero ucraniano Taras Ostapchuk, que dijo que el dueño había sido su jefe.
El empresario ruso, identificado como Alexander Mijeev, está vinculado a una empresa que suministra armamento al Kremlin. Por ello, el empleado aseguró que decidió actuar por “venganza” contra Mijeev, ya que ese día viendo las noticias de su país pudo observar como un helicóptero atacaba un edificio de Kiev con armas producidas por la empresa que pertenece al propietario del barco.
Y esto fue algo que movió, quizá en exceso, sus sentimientos patrióticos. El ucraniano ha relatado que tras ver el video del ataque apenas lo dudó: regreso directo a la embarcación para vengarse de su jefe, provocándole importantes daños materiales pero no personales. Una vez consumada su venganza, contó a sus compañeros de tripulación, también ucranianos, que no se preocuparan porque él asumiría toda la responsabilidad.
Lady Anastasia está valorado en unos 7 millones de euros y mide más de 47 metros. El interior esta rematado de paredes recubiertas de madera, una obra del diseñador Donald Starkey que recuerda inevitablemente al lujo que tenía el Titanic. El yate cuenta con cinco lujosas habitaciones, que no escatiman en comodidades, y tiene capacidad para albergar a unas diez personas.
Pero no solo el interior es impresionante. El exterior tampoco se queda atrás, ya que cuenta con varios pisos de altura, dispone de distintos ambientes con varias mesas y ofrece zonas para relajarse y poder disfrutar del sol y de las vistas al mar. Cuenta también con un solárium y un jacuzzi en la parte superior de la cubierta. Todo un alarde de fastuosidad que ha estado muy cerca de irse por la borda.