Por Costa Moreno –Especial Total News Agency-TNA-
Justo una semana después del anuncio de Irene Montero de que el gobierno gastará más de 20.000 de euros en “políticas feministas” (más del doble de lo que España dedica a nuestras Fuerzas Armadas), hoy Podemos ha manifestado su rechazo al aumento del gasto en defensa anunciado ayer por Pedro Sánchez.
Desde Podemos han afirmado que hay cosas “más urgentes” y que el gasto militar es un “tema secundario”. Y esto mientras otros países aumentan drásticamente su gasto en defensa ante la amenaza de Rusia.
La posición de Podemos no es ninguna sorpresa, teniendo en cuenta la ayuda que recibió ese partido de los medios de propaganda del Kremlin.
Un favor que Podemos devolvió ya en 2014 manifestando su oposición a las sanciones a Rusia por la invasión rusa de Crimea, y más recientemente con su oposición al envío de armas a Ucrania y, también, con el apoyo de una parte de la coalición de ultraizquierda a manifestaciones contra la OTAN.
Con su posición de hoy, cínicamente disfrazadas con excusas que no tienen la más mínima credibilidad, Podemos ya llega al extremo de poner la defensa de España en entredicho para seguir devolviendo favores a Putin.
Esto debería hacernos reflexionar sobre la envergadura que tuvieron esos favores y en qué consistieron. Pero antes de eso, lo más urgente es la salida del gobierno de un partido que parece empeñado en hacer favores a todos los enemigos de España, tanto los externos como los internos. A estas alturas, parece que Podemos tiene la máxima de no hacer nada que pueda evitar que España muestre debilidad ante quienes amenazan su unidad o su soberanía.
Esta actitud es algo sobre lo que también estábamos avisados: recordemos que un año antes de fundar ese partido, Pablo Iglesias confesó que se estaba dejando utilizar por Irán, un aliado de Rusia, para desestabilizar España.
Que un partido tan infame como ése esté en el gobierno es responsabilidad directa de Sánchez, cuya única preocupación en esta vida parece ser alcanzar el poder y conservarlo al precio que sea, incluso a costa de la seguridad de los españoles ante la mayor amenaza estratégica que se nos ha presentado en muchos años.