Por João Lemos Esteves –Especial Total News Agency-TNA-
Como ya hemos adelantado aquí en Total News Agency, EE. UU. e Israel están trabajando arduamente para llevar la Paz al pueblo ucraniano y al mundo. El objetivo es lograr un acuerdo de paz que deje de ser una demostración de reserva mental o de guerra psicológica por parte de un presidente Putin que tiene la ambición de escribir su legado histórico como la personificación de una “Rusia Santa” (como suele decir) que es la proyección hacia el futuro (al que Rusia teme) de un pasado (del que Rusia todavía está orgullosa, quizás su último orgullo colectivo, aunque sea, en gran medida, una mera mistificación). Las conversaciones de paz Rusia-Ucrania de ayer fracasaron nuevamente, pero la esperanza no se esfumó. Al contrario: hay un nuevo impulso a las posibilidades de paz más creíble e intensa que todos los otros intentos de conciliación esbozados hasta ahora. De hecho, el trabajo diplomático con Putin y sus hombres continúa: el presidente Joe Biden pidió al presidente de la Comisión Europea, al canciller de Alemania, Boris Johnson y a Angela Merkel que entablaran un diálogo ya sea con Validimir Zelensky (presidente de Ucrania), o con Vladimir Putin (¿el Zar -o el Soviet Supremo?- de Rusia). Es curioso notar que Angela Merkel regresa a la vida política, en su estatus vitalicio de “Madame Europe”, para ser la voz europea con Vladimir Putin: Putin y Angela Merkel tienen una química especial, de entrada, por cuestiones lingüísticas, dado el dominio perfecto del ruso por el ex canciller alemán.
Además, ambos tienen una personalidad más parecida de lo que se piensa -cultivan, por efectos externos, una imagen de decisores resolutivos, libres de dudas, cuando, en realidad, titubean mucho en la toma de decisiones y juegan más a la improvisación-. , en la casuística, que en una estrategia cuidadosa y celosa. Prefieren ver y decidir circunstancia por circunstancia, que decidir y ver, sacrificando la táctica a la estrategia, y no al revés.
Pues bien, el conjunto de políticos mencionados anteriormente, así como senadores estadounidenses, de ambos partidos, demócratas y republicanos, con el aval del presidente Joe Biden y con el conocimiento del expresidente Donald J. Trump, le transmitieron un mensaje al primer ministro israelí. Naftali Bennett que Ucrania y Rusia están dispuestas a aceptar un mediador para la paz, y ese mediador es el ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Benjamin Netanyahu tiene excelentes relaciones personales con Zelensky, un judío acérrimo y orgulloso, y es respetado por Vladimir Putin y Sergei Lavrov. El secretario general de la ONU, António Guterres, ya está en posesión de esta información, y no habrá puesto objeciones.
El presidente Joe Biden apoya con entusiasmo esta solución, sobre todo porque refuerza su estrategia desde el principio: apoyar la resistencia ucraniana, contener las fuerzas invasoras rusas, mientras ejecuta una estrategia diplomática fuerte y decisiva, involucrando a ambos lados del conflicto (para ser una solución creado por ellos y no impuesto) para encontrar un camino hacia la paz lo más duradero posible. Los directores de la CIA y el Mossad, Bill Burns y David Barnea, siguen en detalle este proceso de negociación; Benjamin Netanyahu ya ha hablado con ambos y se espera que Vladimir Putin no cambie de postura en el último momento, como ha sido su tono en las últimas semanas. Una vez más, creemos -y esperamos- que la fuerza de la diplomacia y la voluntad unida por y para la Paz de EE.UU e Israel triunfe, demostrando su papel fundamental para un mundo mejor para todos nosotros.