Bolsonaro cargó así contra los aumentos determinados por la empresa estatal de capital abierto la semana pasada, que expandió 25% el precio del diésel y 18% el de los combustibles, generando por ejemplo filas en las ciudades fronterizas argentinas como Puerto Iguazú, Paso de los Libres y Santo Tomé para que los brasileños carguen nafta a menos de la mitad del valor que pagan en su país.
Bolsonaro es el responsable de designar al presidente de Petrobras, que es el general retirado Joaquim Silva e Luna, pero pese a que tiene las herramientas legales para intervenir ha preferido que la empresa continúe su política de aplicación del precio internacional en el mercado interno, como ocurre desde que fue destituida en 2016 la expresidenta Dilma Rousseff.
Bolsonaro volvió a amenazar la continuidad del general Silva e Luna, defendida por los ultraliberales en el Gobierno, parte del ala militar y los que responden al ministro de Economía, Paulo Guedes.
“Existe la posibilidad (de que sea removido del cargo). Todos los funcionarios pueden salir. Todos pueden ser cambiados por motivo de productividad, fallas u omisiones en el cargo”, dijo el mandatario de la ultraderecha.
El presidente se irritó porque el aumento de Petrobras fue anunciado horas antes de que el jefe del Estado promulgara una ley para reducir la carga tributaria sobre los combustibles.
Además, fustigó el lucro extraordinario de la empresa repartido entre sus accionistas privados, sobre todo los internacionales, producto de la política de aumento de combustibles, incluido el gas de cocina en garrafa, que ha llevado a parte de la población más pobre a volver a cocinar con leña.
La privatización de Petrobras es una promesa del ministro Guedes a Bolsonaro en caso de que sea reelecto, en el marco de una política de desinversión que la petrolera, eje del escándalo de corrupción Lava Jato, ha emprendido desde el gobierno de Michel Temer.
El gobierno actual, en tanto, privatizó la red de estaciones de servicio que era clave para la regulación del precio final al consumidor, BR Distribuidora, y pretende este año vender al sector privado la gigante eléctrica Eletrobras y Correios, la mayor empresa de logística y postal de América Latina.
En la precampaña para las elecciones presidenciales de octubre, el líder opositor y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas, anunció que pretende intervenir en la política de precios de Petrobras en caso de regresar al poder el 1 de enero de 2023.
Fuente Ambito