
Esta medida permite a las empresas seguir utilizando esos dispositivos para vuelos domésticos a pesar de las sanciones occidentales. Si volaran al extranjero serían confiscados.
“La mayoría de los aviones que podrían volar en el extranjero son aeronaves que han alquilado, que tienen origen europeo o estadounidense, y que han robado a sus legítimos propietarios, los arrendadores”, dijo el director general de Transportes de la Comisión Europea, Henrik Hololei.
Las autoridades del país están “violando gravemente el derecho aeronáutico internacional y también, la ley básica de la aviación civil, la convención de Chicago”, advirtió Hololei, durante su intervención en una conferencia en línea del organismo europeo de monitoreo del tráfico aéreo, Eurocontrol.
“Son alrededor de 10.000 millones (de euros), más de 500 dispositivos incautados por los rusos y registrados con ellos“, alertó por su parte el director general de Eurocontrol, Eamonn Brennan. “Esto crea una situación muy difícil para las empresas de alquiler europeas y para las aseguradoras”, añadió.
Fuente Ambito