Un camión descarga cajas y cajas frente a la puerta del colegio Juan de la Cierva de Palma. «Ayuda humanitaria», reza un cartel con la bandera de Ucrania. Dentro, en el edificio, un puñado de alumnos organiza lotes con potitos, pañales, alcohol de 90 grados, gasas o toallitas, mientras conversan con Cándida, una vecina que acaba de llegar de la farmacia cargada con una bolsa de medicamentos. «Traigo paracetamol de un gramo. Esto ya no lo venden sin receta», sostiene orgullosa con la bolsa en alto. El trasiego es constante en este centro concertado de Palma donde preparan un convoy de ayuda humanitaria para Ucrania. «Estamos al 70 por ciento de la capacidad de carga», celebra el director del colegio,… Ver Más
Fuente ABC