
Se trata de una exhortación de renuncia, que expresa el deseo del parlamento para que el presidente resigne el cargo, pero no es vinculante, es decir no obliga a Pedro Castillo a renunciar. Se trata de gesto político con más valor simbólico que efecto real, destacó el portal del diario limeño La República.
La moción fue votada 10 días después de que los opositores derechistas radicales del Congreso fracasaran en su intento de destituir a Castillo en un juicio político relámpago, al conseguir solo 55 votos de los 87 necesarios.
Las mociones de “vacancia presidencial” se han vuelto costumbre en Perú y causaron la caída de los presidentes Pedro Pablo Kuczynski (derecha) en 2018 y Martín Vízcarra (centro) en 2020. Desde diciembre de 2017, el Congreso ha debatido seis iniciativas de este tipo.
La tensión política crece en Perú, que parece encaminarse a una nueva crisis. Desde el lunes, habitantes molestos por las alzas de precios de los combustibles y alimentos desataron protestas en Lima, Ica y otras regiones, las primeras que enfrenta Pedro Castillo, un maestro rural de 52 años, desde que asumió el poder, hace ocho meses.
En respuesta a las protestas, el mandatario decretó sorpresivamente un toque de queda diurno el martes en Lima y en el vecino puerto del Callao, que en conjunto albergan a 10 millones de personas, casi un tercio de la población peruana.
El toque de queda fue repudiado por amplios sectores de la población y desencadenó nuevas protestas en Lima en demanda de su renuncia.
Al menos 6 personas murieron en diez días de protestas, como consecuencia de choques con la policía.
Fuente Ambito