“Si no hay política antiinflacionaria consistente, esto se va a poner feo”, soltó el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, en radio Con vos y unas horas más tarde Máximo Kirchner anticipó que se viene el dato de marzo de inflación, “un dato duro”, que rondará el 6%.
El jefe de La Cámpora habló de los especuladores y dijo que le están sacando comida de la mesa a los argentinos, pero apuntó a la falta de una solución efectiva del problema de la inflación.
En la interna del Frente de Todos, le achacan al ministro de Economía, Martín Guzmán, que hasta ahora se dedicó a la deuda y no al resto de… la economía. Alberto Fernández lo puso al frente de la negociación de precios y de Energía, para recuperar el terreno perdido. Entre lo que se le cuestiona al ministro haberse enfocado en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que hoy definen como “papel mojado”.
Las diferencias internas ya no son solo visibles en Energía. Trascienden al manejo de la inflación y la disponibilidad de dólares -donde también hay tiros contra Miguel Ángel Pesce y Matías Kulfas, por la administración del comercio exterior que frena insumos para las industrias y encarece productos.
Quienes dialogan con Feletti lo han escuchado decir que la política antiinflacionaria no puede estar en manos de la secretaría de Comercio Interior. Pese a que Guzmán es el primero en admitir que los acuerdos de precios tienen alcance limitado. La diferencia se recrudece con la suba de los precios internacionales, donde el exviceministro de Economía de Cristina Kirchner se mostró públicamente a favor de la suba de retenciones.
“El acuerdo con el FMI ya es letra muerta” y “esto se va poner feo”: Feletti dejó duras definiciones sobre la inflación y apuntó a Guzmán
El margen de maniobra es muy limitado. En ese punto hay coincidencias. Pero para el sector que no comulga con el ministro, las causas de la inflación hoy no son monetarias y fiscales. Esa definición contradice la esencia del programa con el Fondo: bajar el déficit público y la emisión monetaria que lo financia.
Si el FMI, tras su próxima primera misión pos-acuerdo, da un poco más de cuerda para el gasto público por la suba de precios de energía y alimentos en la revisión de mayo, no contribuirá a calmar las expectativas inflacionarias. Y recuerdan que el Ministro intentó alinear precios en 29% el año pasado y después pensó en 33% para este año.
Las críticas internas hacen que las de la oposición parezcan tibias. Arremeten sobre las expectativas externas y marcan que pese al canje de deuda con los bonistas privados y el acuerdo con el FMI, no logró bajar el riesgo país.
el plan económico y los alternativos
En los despachos del heterogéneo oficialismo hay planes económicos alternativos, que apuntan a acumular más reservas, aumentar los controles sobre las importaciones en un escenario global de economías más protegidas y un mayor desacople de los precios internacionales.
“Sin programa económico, no se puede bajar el riesgo país”, aseguran y ponen en duda el éxito del plan de estabilización con el FMI. No, no es Juntos por el Cambio. Son las mismas voces del Frente donde un sector trata de cerrar filas bajo el slogan de que es “unidad o Macri”.
La imagen de fragmentación del Frente de Todos tampoco suma ante los ojos del exterior, donde el mismo FMI reconoce su preocupación por la grieta del oficialismo y los fondos de inversión advierten sobre las contradicciones de la coalición gobernante.
Quienes avivan las llamas en el día a día, sin embargo, diagnostican que la interna no afecta los planes de negocios.
Fuente El Cronista