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El INE ha confirmado este jueves el dato adelantado de la inflación del mes de marzo: los precios subieron nada menos que un 9,8%. Se trata de la mayor alza registrada desde el año 1985. En esta ocasión, la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania ha llevado a un encarecimiento generalizado de los precios, pero destacan especialmente los carburantes, que han subido ya un 40% en el último año, la mayor subida registrada en más de 40 años.
Ya hay nueve comunidades autónomas soportando una inflación superior al 10%: Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón, La Rioja, Galicia, Extremadura, Cantabria, C. Valenciana y Murcia. Se trata de regiones con dos cualidades comunes: la dispersión de la población, que obliga a utilizar más los vehículos particulares, y la elevada presencia del sector primario.
La intensidad del ‘shock’ de precios energéticos sumada a la duración del mismo (se prolonga ya desde el pasado verano) está rompiendo el ‘dique de contención’ de la estabilidad de precios. Esto es, poco a poco las empresas están subiendo sus precios, trasladando así a los clientes el encarecimiento de sus costes de producción. Este efecto se observa en la inflación subyacente, que excluye los precios energéticos y de los alimentos frescos para medir el comportamiento real de los precios menos volátiles. Este indicador ha ascendido hasta el 3,4%, una cifra más moderada, pero que igualmente es la más elevada desde la burbuja inmobiliaria. Esta subida del indicador subyacente anticipa que la moderación de la inflación será más complicada porque la rueda de la subida de precios ya está ganando inercia.
En cualquier caso, el protagonismo absoluto se lo sigue llevando la energía, que es el gran problema actual de la economía española. La electricidad sigue disparada, como lo estuvo en los meses anteriores. Pero en esta ocasión entra también con fuerza el precio de los carburantes de la automoción (gasolina y diésel) que registró en marzo una subida del 40% respecto al mismo mes del año anterior. En un solo mes, el precio de los combustibles se disparó un 15%, una subida no vista desde 1982, cuando los precios de las gasolinas estaban intervenidos. Esta alza explica las protestas que se vivieron en el sector del transporte a lo largo del mes y la subvención que terminó dando el Gobierno para calmar las protestas de 15 céntimos por litro de combustible y que se observará en el IPC de abril.
La electricidad también siguió con su particular escalada, en gran medida impulsada por la medición incompleta que realiza el INE que solo tiene en cuenta los contratos de la tarifa regulada (los que oscilan en función del precio mayorista) y no los del mercado libre que son más estables. Si a esto se suma el encarecimiento del gas, el resultado es explosivo: la electricidad se ha duplicado de precio en el último año. En concreto, la subida ha sido del 108%. Esto explica la urgencia de España por atajar este incremento de costes topando el precio al gas.
Fuente El Confidencial
