
Como respuesta, el ejército israelí lanzó una serie de ataques aéreos que impactaron en el centro de este enclave palestino de 2,3 millones de habitantes, según testigos y fuentes de seguridad.
“Los cazas de combate del ejército israelí atacaron posiciones militares y la entrada de un túnel que conduce a un complejo subterráneo donde almacenan productos químicos para propulsar los cohetes”, indicaron las fuerzas armadas.
Por su parte, el vocero de Hamás, Hazem Qasem, dijo en un comunicado que “estos ataques en la Franja de Gaza aumentan la determinación del pueblo y de la resistencia para defender nuestros lugares santos en Jerusalén y sin importar los sacrificios”.
Horas después, otros cuatro cohetes fueron lanzados desde el enclave palestino, según Israel, que aseguró haberlos interceptado con su escudo antimisiles.
El lunes, un cohete lanzado desde Gaza también fue interceptado por el escudo antimisiles israelí Cúpula de Hierro.
Tras ese lanzamiento, que no fue reivindicado, la aviación israelí bombardeó presuntas posiciones del movimiento islamista Hamás, que respondió con cohetes tierra-aire contra las aeronaves.
Estos disparos ocurren tras los enfrentamientos del fin de semana entre manifestantes palestinos y policías israelíes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del Islam y el más sagrado del judaísmo bajo su nombre de Monte del Templo.
Los disturbios se repitieron el jueves por la mañana, según la policía israelí, que aseguró que “decenas de alborotadores habían lanzado piedras y botellas incendiarias desde la mezquita de Al Aqsa” contra la policía.
El cuerpo policial también señaló la detención de siete palestinos por haber participado el miércoles en “incidentes violentos” en este lugar.
La presencia de judíos -que pueden visitar la explanada en condiciones y horarios específicos- y de agentes de policía en el lugar durante el mes sagrado musulmán del Ramadán fue considerada por los palestinos y varios países de la región como una provocación.
La policía israelí impidió el miércoles por la noche que cientos de manifestantes nacionalistas judíos se acercaran al barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén para evitar enfrentamientos que pudieran provocar más tensión.
El año pasado, una marcha similar de nacionalistas iba a comenzar en la Ciudad Vieja cuando Hamás lanzó una oleada de cohetes a Israel, desatando una guerra de 11 días.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar “profundamente preocupado por el deterioro de la situación en Jerusalén”.
Fuente Ambito

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