El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha aprovechado este viernes su discurso durante la entrega de los Premios Castilla y León para marcar distancias con Vox y hacer una encendida defensa del autonomismo útil, de Europa y del diálogo político y social como elementos para garantizar el futuro de la Comunidad. Ha hecho también una concesión, aunque más bien fue un intento por recuperar el relato que han hecho suyo los de Abascal, con la reivindicación del patriotismo. Esos fueron los elementos más destacados de una intervención que realizó en el Teatro Municipal de La Bañeza (León) donde se ha celebrado el acto oficial del Día de Castilla y León con el reconocimiento a «nuestros mejores. A personas y entidades sobresalientes en ciencia, innovación, esfuerzo, creatividad, cultura o compromiso social», detalló Mañueco. Con el nuevo Gobierno autonómico al completo y ante unos 200 invitados que llenaban el teatro –entre ellos el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, y la delegada del Gobierno en la Comunidad, Virginia Barcones–, el presidente de la Junta ha reivindicado los 39 años de «autonomismo útil». Un modelo que ha llevado a Castilla y León a «consolidar la mejor educación de España», así como a tener los sistemas de salud «más valorados» y la atención a la dependencia «en los primeros puestos nacionales». Modelo «inacabado»
Reivindicación del estado de las autonomías que contrasta con los postulados de Vox, su socio de gobierno que recientemente, a través del ya vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, volvió a mostrarse en contra y a favor del centralismo. Pero Mañueco ha manifestado un planteamiento bien distinto: «Creo firmemente que estos 39 años de vida autonómica han contribuido decisivamente al desarrollo político, económico y social de Castilla y León». Aunque, a renglón seguido introdujo un ‘pero’: «Puede ser un modelo inacabado o mejorable en muchos aspectos, que algunos han utilizado para cometer excesos que ha desvirtuado su verdadera naturaleza. Pero eso no hace de él un modelo fallido. Ni mucho menos». La segunda ‘andanada’ fue la defensa de Europa, con la que los de Abascal tampoco están muy de acuerdo, temerosos de que implique una perdida de la soberanía nacional. En este aspecto, el presidente de la Junta ha recurrido al internacional Camino de Santiago, a los primeros europeos de Atapuerca o la defensa numantina de la libertad. «Hemos aportado mucho a Europa. Y Europa también nos ha aportado mucho. Por ello ha sido y es referente esencial para nosotros y queremos que siga siendo nuestro espacio de convivencia futuro», ha asegurado. La tercera reivindicación fue la del diálogo social
, «como rasgo propio y del que somos referencia nacional»; territorial, «con nuestras entidades locales y las demás comunidades», e institucional, «con el Gobierno para todo lo que beneficie a Castilla y León y España». «Considero imprescindible preservar estos cauces de diálogo que hemos conseguido abrir y mantener como ejemplo de cultura de convivencia y como factor real de progreso», ha zanjado. La concesión a sus socios de gobierno fue a través de la defensa de una nación «única y centenaria que es España y que a todos nos convoca y agrupa desde su rica pluralidad». Una España que no puede entenderse sin Castilla, ni Castilla y León sin una España «de identidad y valores fuertes, desde la unidad y la solidaridad como el mejor antídoto ante los separatismos que falsean la historia». El presidente de la Junta ha finalizado su intervención pidiendo la implicación de toda la sociedad de esta tierra para «creer en Castilla y León y transformarla para el futuro».
Fuente ABC