
Los principales institutos de encuestas del país, Ipsos e Ifop, señalaron este domingo que estiman una probable tasa de abstención del 28% para el final de la jornada.
En 2017, alrededor del 25% de los votantes se abstuvieron en lo que fue la participación más baja jamás registrada en una recta final de elecciones presidenciales francesas desde 1969.
Temor de los inversores por una victoria de Le Pen
Preocupa a los inversores la posibilidad (reducida, según las encuestas) de que la candidata ultraderechista Marine Le Pen pudiera salir elegida dado su perfil antieuropeo y, sobre todo, ante la expectativa de que un hipotético gobierno dirigido por ella pudiera resultar en un mayor deterioro de las finanzas públicas.
“El peligro no es solo el de una prima de riesgo que está aumentando bruscamente, sino también el de una situación presupuestaria muy complicada. Si los mercados pierden la confianza, las tasas suben y la sostenibilidad a largo plazo de la deuda es más que precaria”.
“En resumen, la situación fiscal de Francia puede convertirse rápidamente en una situación muy complicada si el gobierno no implementa la consolidación fiscal después de las elecciones”, escribe Stéphane Déo, responsable de estrategia de mercado de la gestora francesa Ostrum AM (de Natixis IM).
Benjamin Melman, CIO global de Edmond the Rothchild AM, está de acuerdo.“ El déficit de Francia se situaba en el 6,5 por ciento del PIB en 2021, por lo que no hay margen de maniobra presupuestario”.
Fuente Ambito