La central nuclear de Cofrentes (Valencia) sufrió este domingo una nueva parada no programada por el incremento de aportes en el sumidero de drenaje de suelos del Pozo Seco. Se trata de la tercera avería en menos de un mes y medio, por lo que diferentes plataformas piden el cierre «inmediato y urgente» de las instalaciones. Según el informe del Consejo de Seguridad Nuclear, este suceso ha supuesto la desconexión de la central de la red eléctrica mientras se realizan las comprobaciones pertinentes. El parón sucedió sobre las 15.00 horas del domingo y todavía no se ha establecido la clasificación del suceso en la escala internacional. Las medidas adoptadas han sido las comprobaciones contempladas en los procedimientos y no se ha identificado hasta ahora ningún aporte anómalo. Por ello, «antes de que pudieran alcanzarse valores especificados, se decide de manera conservadora iniciar la parada con el objetivo de realizar una inspección local para poder identificar el potencial aporte al sumidero», explican desde la central. Por su parte, la asociación ‘Tanquem Cofrents’ ha denunciado que se trata de la tercera parada consecutiva en menos de mes y medio y la cuarta desde el final de la última recarga de combustible y mantenimiento en diciembre de 2021. En este caso se ha debido a un aumento de los aportes en el sumidero de drenajes del suelo en el pozo seco de la central, posiblemente de agua altamente radioactiva procedente de la vasija del reactor. Al no detectar en primera instancia la posible fuga, la dirección de la central ha tenido que parar la central para poder inspeccionar más a fondo, ha indicado Tanquem en un comunicado. Según la agrupación ecologista, esta «sucesión de malfuncionamientos y averias continuas ya habia hecho que, incluso antes de este último problema, el CSN pusiera a esta central bajo vigilancia especial y le exigiera una analisis de las causas de las averias repetidas y además frecuentemente en los mismos sistemas». «Pero la explicación es obvia. Esta central, que empezo a funcionar en marzo de 1984, y con con una periodo de funcionamiento previsto de 25 años, ha cumplido ya 38 y esta vieja y deteriorada. Esto, unido a la política de su dirección de maximizar la producción y los beneficios por encima de la seguridad, supone cada día que pasa un aumento exponencial en la probabilidad de accidente grave, de consecuencias inimaginables para nuestra población y territorio», han agregado. Por ello, la asociación ha exigido el cierre inmediato y urgente de esta central y del resto de nucleares y una «transición rápida a un sistema energético basado en el ahorro y la eficiencia energéticas y en una generación 100% renovable». «Un sistema que no solo será más seguro que con las nucleares, sino más limpio, barato, y generador de empleo, y el único que nos daría total autonomía y soberanía energética», han subrayado.
Fuente ABC