
Los investigadores tomaron conocimiento del hecho e iniciaron las tareas de conocimiento de al menos siete hechos similares ocurridos en los barrios de Saavedra y Villa Pueyrredón, con vecinos que habían sido seducidos por el bajo costo de las placas de video que se ofrecían por redes sociales.
La División Robos y Hurtos tomó intervención en la investigación del hecho en febrero pasado, tras una denuncia realizada por una víctima a la Fiscalía del Distrito Saavedra-Núñez, a cargo del doctor José María Campagnoli. Los objetos eran ofrecidos a las víctimas a través de la red social Instagram.
Las víctimas, seducidas por los bajos precios y motivadas por el interés de iniciar proceso de criptominados, accedían a la compra de placas de video para computadoras.
Al menos siete personas fueron víctimas de maniobras de la misma banda con el mismo “modus operandi”. Publicar las placas a un precio muy inferior a lo que están en el mercado, pactar una venta y al momento del contacto con el comprador asaltarlos a mano a armada.
Según consignaron desde la Policía de la Ciudad, todas las ventas habían sido en zona de la Comuna 12 “muy cerca de la avenida General Paz para tener una rápida salida de escape”.
Los delincuentes fueron identificados a partir del accionar del magistrado interventor, quien autorizó una compra controlada para detener a los ladrones en el momento de la entrega.
De acuerdo a información oficial, la Policía montó un operativo cerrojo en el barrio de Villa Urquiza en las inmediaciones del domicilio acordado. Cuando los delincuentes llegaron a bordo de un Peugeot 307, uno de ellos se acercó al personal policial que estaba de civil para simular ser el comprador.
En ese momento, los oficiales restantes, escondidos en las inmediaciones, aparecieron en el lugar y dieron la voz de alto al ladrón, quien intentó darse a la fuga junto a sus compañeros.
Los efectivos emprendieron una persecución que finalizó en el cruce de la avenida Nazca con la calle Larsen, en Villa Pueyrredón, con la detención de los cuatro delincuentes. Según se desprende de la actuación policial, uno de los ladrones descartó un arma de fuego, que luego fue hallada por un vecino.
Los estafadores quedaron a disposición de la Justicia y en el lugar se les secuestró el automóvil y los teléfonos celulares que llevaban encima.
La investigación continuó y el juzgado interviniente dictó cinco allanamientos en domicilios de los detenidos, donde se secuestraron dólares y elementos de interés para la causa.
Fuente Ambito