Por Dr. Jorge Corrado* Especial Total News Agency-TNA-
“Todo peligro pierde mucho de su amenaza cuando se han descubierto sus causas”
Konrad Lorenz
El narcotráfico está íntimamente relacionado con la delincuencia organizada (tráfico de armas, trata de blancas, etc.), las asimetrías estructurales, las enfermedades, las migraciones masivas, el terrorismo, la guerrilla, y puede estarlo con el desarrollo, posesión y venta de armas de destrucción masiva.
Debido al carácter internacional que tiene el narcotráfico, está íntimamente relacionado con lo que se ha denominado la “internacionalización del crimen organizado”, ya que “se encuentran interconectados para su operatoria, las mafias Japonesas, Chinas e Italianas, los carteles de América y algunas organizaciones africanas”.
La pobreza se relaciona y potencia el narcotráfico, y viceversa, porque el mismo posibilita en determinados sectores, acceder a un mejor nivel de vida en corto tiempo. Desde otro punto de vista, aquellos consumidores que carecen de recursos optan, en algunos casos, por vender la droga a otros consumidores, ampliando de esta manera la red de las organizaciones, recurriendo en otros casos al robo, hurto o cualquier actividad delictiva que le imponga el proveedor para obtenerla.
Algunos aspectos estructurales, principalmente el desempleo, (en el caso de nuestro país las provincias del norte), convierten al TID en el único recurso para su subsistencia, ya que la población puede ser empleada para tareas de distribución, correos, venta minorista o blanqueo de dinero.
Según las últimas encuestas realizadas por FESVI, el uso de drogas inyectables esta provocando dentro de los consumidores un efecto multiplicador en la transmisión de enfermedades, entre las cuales la más grave es el SIDA.
El 30 de abril de 1988, el “zar” de la cocaína colombiana, Enrique Lehder Rivas, declaró que esa droga es un arma revolucionaria. Evidentemente la guerrilla y el narcotráfico pueden establecer una relación simbiótica. En Colombia y Perú, organizaciones guerrilleras han brindado seguridad a cultivos y embarques, recibiendo a cambio drogas que luego canjean por armas u otros suministros.
De igual manera, el narcotráfico puede brindar a las organizaciones terroristas una fuente de financiamiento para obtener armas y mantener sus cuadros, para obtener en cambio acciones de estas que le permitan viabilizar sus objetivos.
Debido al gran poder adquisitivo de las organizaciones de narcotraficantes y a su integración con otras organizaciones criminales, no es descabellado pensar que tienen la suficiente capacidad para ampliarse e incursionar en el ilegal mercado internacional, con el tráfico y venta de armas de destrucción masiva, particularmente de armas químicas, aunque la obtención de las mismas sea sumamente difícil.
En el río Amazonas se arrojan gran cantidad de residuos de los insumos utilizados para el refinamiento, provocando la contaminación de las aguas, lo que se hace evidente por la gran mortandad de peces. Su conexión con la Cuenca del Plata en proximidades de sierra Dos Parecis, transferirá este problema ecológico a nuestro país, en forma similar al vibrión colérico.
La gran afluencia de extranjeros provenientes de países limítrofes, y su posterior asentamiento en el país en situación de “ilegales”, les facilita, por tal condición, un movimiento dentro del mismo sin mayores controles, ya que no tienen domicilios permanentes ni registrados, y no desarrollan actividades laborales fijas. Se suma a esto, la imposibilidad de algunos de obtener recursos lícitos para sustentarse, volcándose en algunas oportunidades a actividades marginales y delictivas para satisfacer sus necesidades básicas.
Dada la situación planteada y las características intrínsecas que conlleva esta amenaza, podemos expresar que la misma afectará al Estado Nación en casi todos sus estamentos, influyendo en ellos de diferente manera e intensidad. Para su mejor interpretación se agruparan sus influencias en los distintos ámbitos de poder.
Las organizaciones dedicadas al TID poseen una fuerza política desestabilizante, no porque su meta sea asumir el control político del estado, cambiar el régimen o el tipo de sociedad, sino, porque el poder con que cuenta, en función de los ingentes recursos económicos de que dispone, corrompe e infiltra todos los estamentos del estado, más allá de la violencia coercitiva que ejerce, doblegando funcionarios y condicionando decisiones, a tal punto logra instalar un estado paralelo que pugna por el control del territorio con el gobierno legal. Cabe citar el ejemplo de Colombia o Perú, y en menor medida Bolivia, donde ciudades o regiones son gobernadas fácticamente por los narcotraficantes, y donde el gobierno se ha visto seriamente jaqueado para imponer políticas contrarias a los intereses de estos grupos.
En la mayoría los países de la región, incluida Argentina, la LCNT es desarrollada por las FFSS y policiales cumpliendo las FFAA sólo funciones de apoyo logístico. El gran desequilibrio con el otro actor, que tiene extraordinario poder, podría obligar a los gobiernos a tomar decisiones tibias, porque no cuenta con la opción militar para respaldarlas.
El gobierno, al no poder combatir efectivamente el fenómeno, puede perder capacidad de maniobra, desestabilizarse, e incluso perder el dominio real sobre ciertas regiones, hecho que no podrá conjugar a menos que, dictado el estado de sitio (en el caso de nuestro país) pueda emplear al poder militar para apoyarlo, y además cuente con los recursos necesarios.
El poder político, al no obtener resultados favorables, puede perder credibilidad ante la sociedad y ser sospechado de corrupción. Al generalizarse ese fenómeno a los partidos opositores, se descreería de la democracia y se podría caer en un estado de anarquía generalizada.
Si las estructuras encargadas de administrar justicia, en cuanto significan la expresión máxima de la capacidad coercitiva del estado, son aunque sea parcialmente infiltradas por el narcotráfico, no habrá justicia posible para detener la amenaza. Si se considera que las instituciones judiciales no están en capacidad de condenar a los delincuentes, facilitando de esa manera la extradición para que serán juzgados en otros países por delitos cometidos en el nuestro, se caerá en el desprestigio y descreimiento del poder judicial propio.
En este marco, la idea de un bienestar general es prácticamente inalcanzable, porque sin justicia, sin unión nacional y sin libertad, es imposible llegar al equilibrio entre débiles y fuertes, y los últimos impondrán las reglas del juego, sometiendo a los otros a sus designios.
El inicio de una lucha concreta e integral contra el narcotráfico, incluyendo las FFAA, implicará el empleo de recursos extraordinarios para equilibrar la amenaza, ya que en el esquema actual de restricción presupuestaria sería inviable dicho empleo. Para acceder al apoyo económico necesario de otros países (EE.UU.), seguramente se deberán aceptar las condiciones concretas que estos exijan.
Evidentemente el poder económico que maneja el narcotráfico, puede generar virtuales “intoxicaciones en el sistema económico financiero legal” del país, creando una falsa situación de prosperidad en el mismo.
La crítica situación económica de las provincias del norte argentino, puede inclinar a parte de los desocupados a participar en el TID, atrayendo la instalación de centros de refinamiento dada la mano de obra barata, incrementándose además el consumo, ya que el narcotráfico paga con la mercadería que negocia.
El consumo de drogas ilegales provoca el debilitamiento de su juventud entre los quince y 35 años de edad, introduciéndose últimamente en los establecimientos de educación primaria. Sus efectos son “un menor rendimiento y aprovechamiento escolar, proliferación de problemas de conducta que incluso pueden generar situaciones de inusitada violencia e incremento de la deserción escolar, especialmente a nivel secundario”. Esta situación provoca el resentimiento de los vínculos sociales, minando las posibilidades de desarrollo individual y de conjunto, disminuyendo los recursos humanos.
Si bien en el país no existen datos estadísticos, podemos tomar como “muestra” lo que ocurre en EE.UU. con los denominados “hijos de la droga” (bebes nacidos de madres drogadictas), cuya recuperación se convierte en un problema de salud social, influyendo de manera directa en el presupuesto en este área por el altísimo costo que significa su tratamiento. Se toma como caso testigo el del Hospital Jackson de la ciudad de Miami, donde la recuperación de cada niño cuesta alrededor de 150.000 dólares. Como este caso, muchos otros provocan la inversión de grandes sumas para la recuperación de los enfermos.
En cuanto a la seguridad, el narcotráfico a incrementado los índices de criminalidad y marginalidad en los últimos cinco años, por el accionar propio de las bandas y mafias de narcotraficantes y por los ilícitos que comenten los consumidores de drogas (tráfico minorista, hurtos, daños a la propiedad, homicidios, prostitución, etc.)
De llegar a producirse una desmedida activación del narcotráfico, llegará la violencia que desata el accionar de sus organizaciones y sus pujas internas por espacios de poder, las venganzas entre delincuentes, los atentados contra funcionarios para inducirlos a modificar sus decisiones y el aumento de la violencia y accionar delictual en que pueden incurrir los consumidores. Si bien este escenario no está configurado en nuestro país, existen situaciones que impiden al Estado Nacional garantizar a adecuadamente la protección de la vida y bienes de sus habitantes.
Por lo expresado, el narcotráfico internacional es una verdadera Amenaza Estratégica al Estado que excede el marco de la Seguridad Pública dado que pone en peligro la soberanía, la capacidad de autodeterminación, la vida de los habitantes e incluso la integridad territorial.
Algunos elementos que avalan dicha afirmación:
a. Toda la cocaína que circula en el mundo es de procedencia sudamericana.
b. Los centros de consumo de mayor volumen coinciden con la distribución geográfica de las naciones más prósperas del planeta, Estados Unidos y Europa Occidental.
c. En los países sudamericanos en los que se cultiva la coca, se dan condiciones de subdesarrollo, con un cuadro laboral de desocupación que brinda la mano de obra, hacia este comercio ilícito
d. Cada uno de los países que enfrentan esta amenaza, se encuentran en situaciones diferentes y tienen posturas disímiles respecto a su tratamiento, produciéndose la mayor controversia entre las naciones productoras y aquellas que son consumidoras o simplemente de tránsito, o acusándose mutuamente unas y otras de no controlar eficientemente la problemática en sus jurisdicciones para disminuir paulatinamente el narcotráfico.
e. La mayoría de los países del marco regional, incluido EE.UU., que enfrentan esta amenaza, han empleado sus fuerzas armadas para combatirla.
f. El narcotráfico se plantea en todo el marco regional y potencia el problema en nuestro país, porque:
1) Incide a nivel fronterizo aumentando el tráfico de estupefacientes, no respetando límites fronterizos ni tipos de gobierno.
2) Utiliza al país como vía de exportación hacia EE.UU. y Europa.
3) Brinda una oferta creciente de estupefacientes a nivel local, induciendo una demanda representada básicamente por los sectores juveniles.
4) El negocio que representa el narcotráfico hace proliferar bandas y organizaciones locales dedicadas al mismo.
5) La expansión del accionar de las organizaciones internacionales va infiltrando a través de la corrupción los distintos estamentos de la sociedad, produciendo un deterioro general en la gobernabilidad del Estado.
g. Tanto el tráfico como el consumo de drogas en la Argentina, presentan un crecimiento sin detenciones en los últimos 15 años.
h. Las rutas, los modos y procedimientos del narcotráfico varían permanentemente, de allí su dificultad en la interceptación de sus itinerarios.
i. Las medidas y acciones llevadas a cabo en los diferentes países de la región para detener la amenaza no han logrado resultados alentadores, logrando solamente que la misma se desplace de un país a otro, por la presión que se ejerce sobre la misma.
j. La influencia de las organizaciones narcotraficantes, fundamentalmente por su increíble poder económico, llega y afecta a todos los estamentos del estado, gobierno, poder judicial, partidos políticos, fuerzas armadas, de seguridad y policiales, empresas, sistemas financieros, etc., no permitiendo encarar su lucha en condiciones de igualdad, ya sea por falta de presupuesto o de un adecuado marco legal, resultando, hasta el momento, insuficiente todo esfuerzo.
k. El consumo de sustancias ilícitas disocia y corrompe la sociedad en su conjunto, destruyendo el núcleo familiar y comprometiendo el potencial humano, en especial a la juventud. Como consecuencia de esto, el costo en tratamiento para la recuperación de enfermos es deducido de otras necesidades sociales que el Estado debe satisfacer.
l. La peligrosidad del narcotráfico se incrementa ante el hecho de sus relaciones con organizaciones guerrilleras, terroristas y otras organizaciones criminales.
m. El carácter internacional que caracteriza a las organizaciones dedicadas al TID, el tremendo poder económico del que disponen, la infraestructura montada, la cobertura armada que protege sus actividades, los graves perjuicios causados a la sociedad, y su penetración en todos los estamentos del estado, exigen oponerle un combate global y coordinado en toda la región.
* Director del Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires. Profesor Estrategia y Geopolítica Universidad Católica de la Plata.