
La función reducida de la bomba hace que el suministro de oxígeno a órganos importantes como el cerebro, los riñones y los músculos disminuya. Las señales de advertencia para la aparición de insuficiencia cardíaca son el aumento de la fatiga, la pérdida de rendimiento, la hinchazón en las piernas y los tobillos y la tos nocturna.
La Federación Argentina de Cardiología (FAC) indica que es la primera causa de hospitalización en pacientes mayores de 65 años, por delante del cáncer y las enfermedades respiratorias. Su prevalencia estimada en el mundo es del 2,6% en la población adulta.
“Fue considerada como una epidemia del nuevo milenio, porque la población vive cada vez más tiempo y porque se progresó en el tratamiento de las causas principales. Los pacientes evolucionan mejor de su enfermedad primaria como la hipertensión y la enfermedad coronaria. Los pacientes sobreviven y con el tiempo desarrollan insuficiencia cardíaca”, repasa el médico.
A continuación, los 3 pilares para tratar la insuficiencia cardíaca
- El estilo de vida
- La alimentación saludable
- Medicación
“En algunos casos, se llega a la cirugía. Pero es importante estar atentos a los primeros síntomas y realizar una consulta con el médico para poder prevenir la progresión de la enfermedad. Haciendo pequeñas modificaciones en la vida cotidiana podemos revertir esta situación sin llegar a una intervención quirúrgica”, concluye la doctora María Lorena Coronel (M.P 4.458); cardióloga miembro de la FAC.
Fuente Ambito