Tarde calurosa y casi de verano en la corrida de toros celebrada en la plaza de toros de ‘La Caprichosa’ de Talavera de la Reina. Tres cuartos de plaza de gente que acudió de toda la ciudad y la comarca para ver a su torero local, Tomás Rufo. Paseíllo templado y bonito, al cabo del cual sonaron los acordes del himno nacional que fueron ovacionados por el respetable. A caballo comenzó con el primer toro Guillermo Hermoso de Mendoza, que tuvo una desigual lidia. Acertó, sobre todo, con la monta de ‘Disparate’ en una faena de voluntad y entrega en la que no acertó con el rejón de muerte. Su labor fue silenciada. Entre ovaciones recibió a su primer toro Tomás Rufo, un animal terciado, pero bien presentado de Alcurrucén. Delantales limpios sacándose el toro del tercio a los medios y rematando el recibo capotero de dos medias verónicas. Realizó un quite por chicuelinas en el centro del ruedo muy del gusto del respetable. El tercio de banderillas fue protagonizado por Sergio Blasco y Fernando Sánchez, que fueron animados a saludar tras una gran intervención. Comenzó genuflexo Rufo, tirando del toro por ambos pitones y sacandóselo embebido en la muleta hasta el tercio. En ese momento arrancó a sonar el pasodoble compuesto para la ocasión y estrenado esta tarde de toros con el nombre del matador de Pepino. Al son de las notas, Rufo fue tirando del animal por bajo con la zurda en tandas encajadas y largas, rematadas siempre por bajo con gusto y torería. El final de faena tuvo más entrega y el torero acertó con los aceros al segundo intento con una estocada hasta la empuñadura. Oreja. En su segundo, Tomás Rufo tomó precauciones a la salida pues el toro estaba sin definir. A base de confiar y de entrega consiguió meterle en el canasto, logrando tandas de mucho mérito y calidad por ambos pitones. El público vio la entrega de su paisano y las cercanías a la hora de encajarse, rubricando la faena con una estocada en todo lo alto que le valió para cortar las dos orejas. Salió con muchas ganas Hermoso de Mendoza en su segundo toro, haciendo una pulcra faena tanto con las banderillas como con las cortas a dos manos. Con los tendidos metidos en el canasto remató su labor con rosas muy vistosas. El palco le concedió una oreja. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page asistió a la corrida en Talavera. En la imagen, saluda a un aficionado en el callejón – JCCM
Con el quinto toro en el ruedo se fue calentando la tarde y Rufo desplegó su tauromaquia con el capote. El toro de Alcurrucén, herrado con el número 66 y castaño, fue un prodigio de embestidas que supo aprovechar el torero de Pepino. Con las banderillas se desmonteró Fernando Sánchez, a quien Carretero cedió el honor de entrar dos veces al astado levantando al público talaverano de sus asientos. Mientras, con la muleta se puso donde no se había puesto hasta entonces, cerca de los pitones, enroscando al astado en su delgada cintura. La muñeca prodigiosa y el temple que atesora Rufo dejó en la arena los mejores muletazos de la tarde. Refrendó la faena con una estocada hasta la bola y paseó dos orejas. Y una más obtuvo el de Pepino del que cerraba plaza. Un toro de preciosas hechuras que le permitió torear por verónicas ajustadas. Con la muleta en la mano, tras brindar al público, Rufo desplegó la tauromaquia que lleva en las muñecas y sometió al noble animal de Alcurrucén por ambos pitones, rompiéndose en entrega. De haber acertado a la primera con los aceros, habría obtenido una oreja adicional.
Fuente ABC