
Con relación a Venezuela, un alto funcionario estadounidense dijo a periodistas que la decisión está “vinculada a un acuerdo entre ambas partes para reanudar las negociaciones” en Ciudad de México para encontrar una solución a la crisis política venezolana, “que deberían anunciar muy pronto”.
El gobierno de Maduro, reelegido hasta 2025 en comicios denunciados como fraudulentos por varios países, y la Plataforma Unitaria de Venezuela, que agrupa a la oposición, iniciaron a mediados de agosto conversaciones en Ciudad de México con miras a superar una aguda crisis política, económica y humanitaria.
Las negociaciones están estancadas desde octubre, cuando Maduro las suspendió en rechazo a la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, acusado de ser su testaferro.
Pero una sorpresiva visita de emisarios de la administración Biden a Caracas en marzo llevó a la liberación de dos estadounidenses detenidos desde hacía años en Venezuela y la promesa de reanudar el diálogo con la oposición.
El “alivio de sanciones” a Venezuela se refiere sobre todo a una “licencia limitada” otorgada al grupo petrolero estadounidense
en el contexto del embargo al crudo venezolano, impuesto por Washington a Caracas en 2019 con la esperanza de sacar del poder a Maduro. La exención “autoriza a Chevron a negociar los términos de las posibles actividades futuras en Venezuela” pero “no permite cerrar ningún nuevo acuerdo con PDVSA”, explicó el alto responsable estadounidense.
Reclamo
Tras el anuncio de Washington, Caracas reclamó el “levantamiento absoluto” de las sanciones internacionales. “Venezuela ha verificado y confirmado que EE.UU. autorizó a empresas petroleras estadounidenses y europeas para que negocien y reinicien operaciones en Venezuela”, escribió la vicepresidenta Delcy Rodríguez en Twitter. “Venezuela aspira a que estas decisiones inicien el camino para el levantamiento absoluto de las sanciones ilícitas que afectan a todo nuestro pueblo”, añadió.
Fuente Ambito