En la Argentina los trabajadores tienen una certeza. Cada día su salario le alcanza menos y cada día pagan más impuestos.
El impuesto a las Ganancias es redistributivo. Nadie discute que es un buen tributo. Pero tiene un problema. Las necesidades fiscales del país hicieron que un salario de un poco más de 1000 dólares al tipo de cambio oficial, o de un poco menos de 1000 dólares si se toma el blue como referencia, terminen pagando ganancias. Es decir, un sueldo no muy alto tributa Ganancias.
Un estudio del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom) que compara el salario básico neto en Argentina con el de los países limítrofes, muestra que mientras que en Uruguay se pagan u$s 630; en Chile u$s 620; en Bolivia u$s 495; en Brasil u$s 430 y u$s 325 en Paraguay, en la Argentina el salario es de u$s 195.
Si bien a la comparación le hace falta la pata del poder adquisitivo real en cada país, no es menos cierto afirmar que los salarios en la Argentina son relativamente bajos.
A los salarios bajos se le suman una inflación alta y una pobreza que siegue avanzado y que se acerca al 50%.
Con tal escenario se prendieron las luces amarillas en el Gobierno. Una muestra de ello es que se elevará el mínimo para el pago del impuesto a las Ganancias para empleados en relación de dependencia de la cuarta categoría a partir de junio y eximirá del tributo a los dos medio aguinaldo anuales.
La decisión trascendió desde el Ministerio de Economía en respuesta a los reclamos públicos que en ese sentido realizó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Desde el Palacio de Hacienda explicaron y reprodujeron las agencias que el mecanismo a utilizar será la actualización de las deducciones especiales que reducen el monto final sobre el que se realiza la base del cálculo.
En la actualidad el piso para el pago del impuesto a las Ganancias de los empleados en relación de dependencia de la cuarta categoría es de $ 225.937. “El proyecto de decreto que se está impulsando para actualizar el tope a partir del que se tributa el impuesto a las ganancias de las personas humanas comprende la actualización de la deducción especial en los dos tramos previstos en la ley original de acuerdo a las proyecciones actualizadas de salarios”, indicó una fuente del Ministerio de Economía, según Télam.
Lo que hasta el momento no trascendió son los porcentajes en los que se aumentarán las deducciones, dado que será lo que definirá cuántos trabajadores podrán eludir el pago del impuesto.
La medida será instrumentada a partir de un decreto, en el que además se exceptuará a los dos medio aguinaldo del pago de este tributo.
¿La presión de Massa surtió efecto, o el ministro Martín Guzmán ya lo tenía planeado?
Fuente El Cronista