En un vuelo de Etihad Airways, que despegó a las 3:15 desde Abu Dhabi, y que ha aterrizado en el aeropuerto de Barcelona a las 8:11 de este domingo. Así ha terminado el viaje de Azra Shaheen, de 48 años, para abandonar Pakistán, tras el asesinato de sus hijas Uruj y Anisa Abbas, a manos de otros familiares. Azra ha llegado a la capital catalana con su hijo pequeño, Fakhar Raja, de 13 años, después de que la Policía del país asiático desplegase un dispositivo para llevárselo de la casa familiar en Gujraj, donde mataron a las jóvenes, y permitir el reencuentro con su progenitora. Fue ella la que, desde Islamabad y durante su declaración telemática ante los Mossos d’Esquadra, manifestó temer por su vida. Con la mediación del consulado y la intervención de las autoridades locales, solo unas pocas horas después, el chico ya se encontraba con su madre en la capital del país. Ambos custodiados por seis agentes. Esta mañana, el cónsul, Mirza Salman, se ha desplazado hasta el aeropuerto para recibir a Azra y a su hijo menor, donde ha manifestado que estaban muy cansados tras un largo viaje, e «impactados y traumatizados» por lo ocurrido. Por su parte, la madre, en unas breves declaraciones, ha dado las gracias a la Policía de Pakistán, al cónsul, y a las autoridades españolas por organizar su regreso a la capital catalana. «Estoy muy agradecida», ha manifestado. Custodiada por agentes de los Mossos y de la Policía Nacional, madre e hijo han abandonado el aeropuerto rumbo a un piso de protección de la Generalitat en Barcelona, del que, por seguridad, no se desvelerá su ubicación.
Fuente ABC