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IsraelLa medida estrella aprobada por el Gobierno para frenar la inflación no cuenta con el aval de su principal órgano consultivo en materia socioeconómica. El Consejo Económico y Social (CES), una institución independiente reconocida por la Constitución, califica el descuento de 20 céntimos a los combustibles como “ineficaz” y “regresivo” en su memoria anual presentada este miércoles. El informe no ha podido llegar en un momento más inoportuno para Moncloa: justo la misma mañana en que el presidente, Pedro Sánchez, anunciaba la prórroga de la ayuda hasta el próximo 30 de septiembre.
Lo denunciaron desde el principio numerosos expertos y lo corroboran los datos que hemos ido conociendo durante los dos primeros meses de vigencia de la medida: la rebaja del precio de los combustibles no sirve para detener la espiral inflacionista. El documento ‘Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral. España 2021‘ tiene 446 páginas, pero basta acudir a la quinta para encontrar la primera razón por la que el pleno del CES, formado por 60 consejeros, desacredita la subvención del Ejecutivo: “Ha resultado ineficaz en su objetivo de reducción de precios”.
Solo hace falta pasarse por una gasolinera para comprobar la aseveración del organismo presidido por el veterano economista Antón Costas. El gasoil se pagó la semana pasada en España a una media de 1,74 euros y la gasolina, a 1,67, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea. Si no se aplicasen los descuentos, ambos se quedarían muy cerca de sus máximos históricos. Como publicó El Confidencial, el diésel se ha abaratado en nuestro país siete céntimos menos que en Francia, que también comenzó a aplicar una medida similar el pasado 1 de abril. A diferencia de lo que ocurre al norte de los Pirineos, la subida del precio real se come la mayor parte del descuento.
La inefectividad de la medida ha provocado las suspicacias de las asociaciones de consumidores, que temen que las empresas estén aprovechando el descuento para aumentar sus márgenes. Incluso varios miembros del Gobierno, como la propia vicepresidenta primera, Nadia Calviño, han abonado la sospecha. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) vigila de cerca, pero de momento no ha encontrado ninguna actuación irregular. Pese a las críticas, el Gobierno finalmente prorrogará tres meses más la subvención, que iba a finalizar el próximo 30 de junio, dentro del real decreto de medidas para paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania.
La prioridad de Moncloa es frenar a toda costa la espiral inflacionista, que está generando un gran descontento social en vísperas del ciclo electoral que culminará con las generales de 2023. La subvención a los carburantes puede ayudar, pero resulta insuficiente. El índice de precios al consumo (IPC) de abril, el primer mes en que estuvo en vigor la medida, bajó al 8,4% desde el 9,8% de marzo, gracias a un desplome mensual del 10,8% de los combustibles. Sin embargo, ha vuelto a repuntar en mayo hasta el 8,7%. Aunque habrá que esperar al dato desagregado, el Instituto Nacional de Estadística (INE) señalaba, en una nota de prensa, a los carburantes y los alimentos como principales responsables del incremento.
Marcos Lema Gráficos: Darío Ojeda
Para los expertos del CES, que han llegado a sus conclusiones tras seis meses de deliberaciones y 26 sesiones, la verdadera clave para embridar las tensiones inflacionistas causadas por la crisis energética es controlar los precios de la luz. El director del informe, Raymond Torres, ha aplaudido la imposición de un tope al gas para la producción eléctrica, que todavía tardará unas semanas en entrar en funcionamiento: “La fijación del precio máximo del gas es la medida más relevante para contener el aumento de los precios. Es un paso positivo en el control de la inflación que puede ayudar a reducir los beneficios extraordinarios de las empresas”. A falta de los últimos detalles y el aval de Bruselas, Moncloa prevé que la medida permita reducir el precio de la luz en el mercado mayorista hasta una media de unos 130 euros el megavatio hora. Este jueves, el ‘pool’ se situará en 214,74 euros.
Una medida “regresiva”
Más allá de no ser útil, el Consejo Económico y Social identifica un segundo problema en el diseño de la subvención a los combustibles: su carácter regresivo. Al aplicarse a todos los consumidores por igual, la ayuda no solo beneficia a aquellos que realmente lo necesitan, sino también a quienes conducen un Ferrari, señalan fuentes del CES en una conversación informal con periodistas. Esto, además de ir contra los principios básicos del sistema impositivo, podría acabar generando malestar social en los sectores más desfavorecidos, según añaden las mismas fuentes.
En su día, el Gobierno justificó la aplicación lineal del descuento por las dificultades burocráticas para adaptarlo al nivel de renta de los clientes, pero el debate está abierto de cara a la extensión del decreto. Este mismo miércoles, el ministro de Consumo, Alberto Garzón (Unidas Podemos), ha explicado en una entrevista en Radio Nacional de España que el Ejecutivo “está estudiando y negociando” introducir una mayor progresividad en la bonificación, para que llegue realmente a quienes más lo necesitan. “Cuando son subvenciones a toda la población, son medidas regresivas. No necesita la misma cantidad de subvención una gran fortuna que cobra 200.000 euros al año que una pequeña fortuna, por decirlo irónicamente, que no llega ni a 10.000”, ha añadido.
Juan Cruz Peña Marcos Lema
Pese a los retoques para mejorar su diseño, la ayuda para los carburantes seguirá teniendo un pecado original, que el CES también se encarga de recordar en su memoria: “Choca con el objetivo de descarbonizar la economía“. Diferentes expertos consultados por El Confidencial, como Ignacio Conde-Ruiz o Jorge Galindo, ya advirtieron en su día de que la subvención altera la señal de precios. Al conseguir que sean más baratos, promueve el consumo en lugar de desincentivarlo, por lo que la medida resta efectividad a otras que van en sentido contrario.
Aunque un reciente estudio del ‘think tank’ EsadeECPol recuerda que la elasticidad de la demanda de los combustibles en función del precio es reducida, sobre todo en el corto plazo, lo cierto es que los datos del primer mes de descuento no serán del agrado de la ministra de Transición Ecológica. En abril, el consumo de carburantes se disparó un 8,1% respecto a marzo y un 14,2% respecto al año anterior, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
El Ejecutivo ha dejado en un segundo plano las medidas de ahorro de energía que recomiendan los principales organismos internacionales para tirar de chequera con tal de reducir la inflación. El problema es que, de momento, los resultados no acompañan.
La medida estrella aprobada por el Gobierno para frenar la inflación no cuenta con el aval de su principal órgano consultivo en materia socioeconómica. El Consejo Económico y Social (CES), una institución independiente reconocida por la Constitución, califica el descuento de 20 céntimos a los combustibles como “ineficaz” y “regresivo” en su memoria anual presentada este miércoles. El informe no ha podido llegar en un momento más inoportuno para Moncloa: justo la misma mañana en que el presidente, Pedro Sánchez, anunciaba la prórroga de la ayuda hasta el próximo 30 de septiembre.
Fuente El Confidencial
