Luego de que el martes consiguiera firmar dictamen de mayoría en un plenario de comisiones, la oposición resolvió apurar el debate sobre la Boleta Única de papel en el recinto de la Cámara de Diputados al pedir una sesión especial para votar específicamente ese proyecto de ley, a sabiendas de que a priori cuenta con los votos necesarios para aprobarlo.
El pedido de sesión consiguió un importante volumen político, y la prueba es que la nota enviada a la presidencia de la Cámara baja, a cargo de Sergio Massa, lleva nada menos que 35 firmas, no solamente de los referentes de las bancadas de Juntos por el Cambio sino además del interbloque Federal, de Juntos Somos Río Negro y del bloque de José Luis Espert.
Se trata de las mismas bancadas, excluyendo al Partido Obrero (Frente de Izquierda), que en la última sesión de principios de mayo se unieron para votar el emplazamiento de las comisiones para que traten el proyecto de ley. En esa ocasión, la oposición consiguió 132 votos, y ahora solo precisarían 129 para el quórum y luego la mitad más uno (mayoría simple) para la media sanción. Si no sucede alguna contingencia, la oposición no tendrá problema alguno en conseguir su objetivo.
En el Senado, en cambio, no hay tanta claridad sobre lo que podría suceder. En teoría, el Frente de Todos podría imponerse para bloquear el avance del proyecto, ya que tiene una ajustada mayoría y encima controla las comisiones clave donde el tema tendría tratamiento. De todos modos, en la oposición creen que hay tres senadores, el jujeño Guillermo Snopek, el correntino Carlos Espínola y el entrerriano Edgardo Kueider, podrían torcer en resultado a favor de la implementación de la Boleta Única, ya que en el pasado se han manifestado en favor de la iniciativa.
Si eso sucediera, se presentaría el escenario de un resonante triunfo opositor, ya que someterían al presidente Alberto Fernández -quien ya fijó su postura en contra de la reforma planteada- a un dilema sin salida provechosa para él y su gobierno: o bien acepta a regañadientes la Boleta Única, o bien veta la ley, con el costo político que eso supondría.
¿Por qué el pedido de sesión se resolvió en tan poco tiempo?
Tras el plenario de comisiones donde se emitieron los dictámenes, con la mínima diferencia en cantidad de firmas para la oposición (58 a 57), los líderes de estos bloques decidieron no dejar que el tema se desinfle en la opinión pública y que siga marcando la agenda del Congreso. En menos de 48 horas el despacho de Massa recibió el pedido de citación al recinto para el miércoles próximo a las 10 de la mañana.
¿En qué consiste el proyecto opositor?
La iniciativa, que se inspira en el “modelo cordobés” de boleta única, propone condensar toda la oferta electoral para cargos nacionales en una única planilla de papel, la cual se divide en filas horizontales para cada una de las agrupaciones políticas que compiten. Por cada tramo y por cada alianza electoral habrá un casillero vacío.
El elector deberá seleccionar solamente una opción por cada categoría: si marca dos o más casilleros el voto se considerará nulo. En tanto, si no marca ningún casillero se considerará voto en blanco en esa categoría específica. No habrá un casillero específico para el voto en blanco.
Si una agrupación política no presenta candidatos en alguna de las categorías se incluirá en ese espacio la inscripción “No presenta candidatos”.
La BUP tendrá impresos los nombres de los primeros cinco candidatos de la lista de diputados nacionales, y se incluirán fotografías a color de los primeros dos candidatos (de acuerdo a la ley de paridad de género serán un hombre y una mujer, o viceversa). El mismo criterio se propone para el tramo de candidatos a representantes del Parlasur.
En la categoría de senadores nacionales, aparecen con foto los dos candidatos titulares, al igual que el candidato a presidente y vicepresidente.
Esta decisión dio respuesta a los reparos de organizaciones feministas, que advertían con razón que la mayoría de los cabezas de lista suelen ser varones y que por ende si si solo se incluyera la fotografía del primer candidato a diputado nacional, habría una marginación de la representación femenina.
Las listas completas de candidatos deben ser publicadas en afiches o carteles en cada cabina de votación, asegurándose que tengan una adecuada visibilidad.
Con respecto al orden de ubicación de las listas de las coaliciones electorales se resolverá por sorteo para las elecciones primarias, mientras que para las elecciones generales la BUP presentará a las diferentes listas conforme a la cantidad de votos que haya obtenido cada agrupación política en la categoría de candidatos a diputados nacionales.
Es decir que el primer lugar en orden de aparición en la BUP quedará reservado para la agrupación política más votada y el último lugar pertenecerá a la agrupación menos votada en esa misma categoría.
Cuando haya simultaneidad de fecha con los comicios provinciales (que en la mayoría de las jurisdicciones sigue utilizando la boleta tradicional partidaria) se definió que las provincias tendrán las dos opciones abiertas para sus propios comicios: boleta tradicional (se denomina “concurrencia” cuando conviven los dos sistemas) o Boleta Única de papel. Eso sí: si implementan la BUP para las categorías provinciales, deberán proporcionar una boleta separada de la BUP nacional.
Según el proyecto, la BUP se imprimirá con una antelación no menor a los 15 días, en una cantidad igual al padrón de electores sumado a un 5% adicional para reponer en caso de alguna contingencia.
Fuente Mendoza Today