En estado de shock, con una deshidratación muy severa y muy baja condición corporal. Fueron las condiciones en las que un vecino se encontró a finales de mayo en localidad de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano (León) a un pequeño osezno de apenas cuatro kilos y pocos meses de vida. Tras dar la alerta, el pequeño fue puesto en manos de especialistas y aunque estaba en estado crítico y sufrió una recaída poco después de llegar, trascurridos ya diez días de cuidados intensivos en el Centro de Recuperación de Aves Silvestres, CRAS, ha experimentado «una clara mejoría» y se encuentra «fuera de peligro». Todavía presenta secuelas del fuerte traumatismo recibido y el equipo de veterinarios de los centros de fauna de la Junta de Castilla y León sigue monitorizando al esbardo para ver su evolución, informan en un comunicado desde la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. En los primeros días de su llegada al CRAS, el osezno presentaba estupor y reflejos disminuidos. Poco a poco fue mostrando desde periodos de alerta ocasionales hasta encontrarse completamente atento con respuesta a estímulos ambientales que le rodean, si bien aún se tienen dudas respecto a su visión, ya que presenta estrabismo y ausencia de reflejos pupilares. A finales de la semana pasada comenzó a poder incorporarse sobre las extremidades posteriores, llegando a poder mantener el equilibrio en estación por cortos periodos de tiempo, hasta que finalmente ha conseguido caminar, correr y trepar, aunque con poca coordinación. Actualmente se encuentra completamente aislado en las instalaciones del CRAS de Valladolid, alimentándose por sí solo y mostrando un comportamiento propio de ejemplares de su edad. Aunque ha presentado «una mejoría, aún es necesario continuar valorando al ejemplar y realizar pruebas diagnósticas para poder determinar el pronóstico de las lesiones que presenta», explican las mismas fuentes. En los próximos días, y una vez realizadas nuevas pruebas diagnósticas complementarias, será trasladado a una instalación específica para osos pardos en el Centro de Recuperación de Fauna en Villaescusa, en colaboración con el Gobierno de Cantabria. El objetivo es poder realizar un seguimiento exhaustivo y que continúe su desarrollo de manera normal, en condiciones de mínima intervención humana. Si la evolución es favorable y el ejemplar es apto para su reintroducción al medio natural, se le trasladará a las instalaciones para la aclimatación de osos pardos que tiene la Junta de Castilla y León en la finca de Valsemana, en la provincia de León, en condiciones de semilibertad, siguiendo las experiencias de las oseznas Saba y Éndriga, que fueron reintroducidas con éxito tras su paso por estas instalaciones.
Fuente ABC