En consonancia con lo prometido desde hace tiempo, el BCE dijo que pondría fin a su programa de compra de activos, su principal herramienta de estímulo desde la crisis de la deuda de la zona euro, y afirmó que subirá los tipos en 25 puntos básicos en julio, y que volverá a hacerlo en septiembre, posiblemente con un margen mayor.
“El consejo de gobierno tiene la intención de elevar los tipos de interés oficiales del BCE en 25 puntos básicos en su reunión de política monetaria de julio”, dijo el BCE. “La alta inflación es un gran desafío para todos nosotros. El Consejo de Gobierno se asegurará de que la inflación vuelva a su objetivo del 2% a medio plazo”, aseguró Christine Lagarde.
“El consejo de gobierno prevé volver a subir los tipos de interés oficiales del BCE en septiembre”, dijo. “Si las perspectivas de inflación a medio plazo persisten o se deterioran, será apropiado un incremento mayor en la reunión de septiembre”.
Las tasas se sitúan en el -0,5%, y la jefa del BCE, Christine Lagarde, confirmó que podría volver a situarse en cero o ligeramente por encima de cero a finales del tercer trimestre. Sin embargo, los mercados monetarios esperan una acción aún más agresiva, apostando por 135 puntos básicos de subidas para finales de este año, o un aumento de tipos en cada reunión del BCE a partir de julio. Parte del mercado prevé que algunos de los ajustes superen los 25 puntos básicos. El BCE no ha subido tipos en 11 años y el tipo de depósito ha estado en territorio negativo desde 2014.
Previsiones de inflación
El BCE ha actualizado este jueves sus proyecciones macroeconómicas trimestrales, que vienen prácticamente a confirmar el escenario más pesimista previsto por el organismo en el mes de marzo, cuando publicó sus últimas estimaciones. “La agresión injustificada de Rusia a Ucrania sigue pesando sobre la economía en Europa y en otros países, está creando disrupciones en el comercio y escasez de materiales, y está contribuyendo a los elevados precios de la energía y de las materias primas. Estos factores seguirán afectando a la confianza y lastrando el crecimiento, especialmente a corto plazo”, argumentaron.
La autoridad dirigida por Christine Lagarde espera que la inflación media de la eurozona en 2022 sea del 6,8%, lo que supone un incremento de 1,7 puntos porcentuales respecto a la proyección base de marzo. En el caso del escenario adverso, el BCE preveía hace tres meses una inflación media del 5,9% en los Diecinueve, mientras que el escenario severo, el más pesimista, consideraba un alza de precios anual del 7,1%.
Fuente Ambito